Si has ido a una revisión ginecológica, reconocerás que, la mayoría de las veces, la peor parte es cuando la doctora te pide que coloques las piernas en posición para meter un artefacto que parece sacado de tu peor pesadilla. El espéculo o “pato” es un instrumento que, aunque viene en muchos tamaños, suele ser molesto y muy incómodo.