Todo lo que hay en tu vida ocupa espacio, sea espacio mental, espacio físico o espacio de tu calendario. Todo lo que haces, todo lo que tienes y la gente con quien pasas el rato te cuesta algo, sea tiempo o dinero. Limitar lo que posees, lo que compras y lo que haces te permitirá no solo ahorrar y tener más tiempo para gastar en lo que realmente quieres, sino que también te dará más libertad y energía. Simplificar tu vida no significa deshacerte de todo lo que tienes: significa darle prioridad solo a lo más importante, porque te darás cuenta de que no puedes hacerlo todo, ni tenerlo todo.