Un estudio de Virginia Tech revela que 28 grandes ciudades de EEUU están hundiéndose, afectando potencialmente a 34 millones de personas. Nueva York, Dallas y Houston, son algunas de las afectadas, esta última con subsidencias de hasta 10 milímetros por año. El fenómeno en muchos casos es un proceso geológico natural, pero el factor humano, mayormente la extracción de agua subterránea, juega un rol crucial. El hundimiento compromete la estructura de edificios, puentes y carreteras, y aumenta el riesgo de inundaciones.