Cuando piensas en vitamina C, seguramente la relacionas con los resfríos. Pero quizá olvides lo esencial que es: se ha probado que esta vitamina presenta numerosos beneficios para la salud. Como no puede ser producida por el cuerpo, necesitamos sí o sí ingerir alimentos que la contengan, como los cítricos, pero también las fresas, el kiwi, el brócoli, el tomate, el repollo, el kale y la espinaca, entre tantos otros.