Es el comediante británico favorito del público latinoamericano que de alguna manera logró colarse en sagas como Mission: Impossible, Star Trek y su rival más célebre: Star Wars. Es que Simon Pegg cuenta con ese rostro apacible que, solo con verlo, nos hace sentir como en casa. Nos hace reír, nos pone la adrenalina a millón y, a fin de cuentas, siempre será él: una especie de figura geek al que es imposible no amar.