Muchas mujeres suelen lavar su ropa interior mientras se duchan y, acto seguido, dejarla en el baño para que se seque allí. Aunque parezca un hábito inofensivo, dejar la ropa interior expuesta en un ambiente húmedo es una invitación para que las bacterias y los hongos proliferen, lo que puede traerle complicaciones a tu salud íntima.