Cuando Cass Elliot fue declarada muerta, en 1974, la menos sensacionalista de sus posibles causas de fallecimiento fue una sobredosis de drogas. En aquel entonces, el imaginario colectivo creó insólitas explicaciones para lo sucedido. Por ejemplo, que Mama Cass (como también se le conocía) había sido asesinada por el FBI, o peor, que estaba embarazada de John Lennon.