El lugar muestra el que podría ser un barrio típico de las películas del cercano Hollywood: casas familiares, jardín verde, vallas con portón de entrada… Parecería el sueño de cualquier inmigrante, si no fuera porque justo a un lado tienen la ruidosa Freeway, la autovía interestatal 110, y al otro está una enorme refinería, una gigantesca planta de unos 424 acres llena de chimeneas humeantes.