Verano, sentir la arena en los pies, refrescarte con el agua del mar, tomarte una piña colada mientras ves la puesta del sol, hacer un roadtrip, visitar ese pueblo mágico que siempre habías querido conocer, recorrer sus calles empedradas y ponerte triste porque ya debes volver a casa. Las vacaciones han terminado y es hora de cambiar la magia por los pupitres, pizarrones y tareas interminables.