Una taza de café parece ser el desayuno obligatorio de muchas personas alrededor del mundo. Popularizado desde el siglo XVI, el café es la bebida estimulante preferida desde entonces por generaciones y generaciones. Y, a pesar del amor que recibe, hay, por otra parte, un grupo de gente que lo detesta. En algunas personas, solo una taza de esta bebida hace que aflore una gama de nervios y temblores que los acompañan hasta la hora de acostarse. ¿Por qué es el café la salvación de unos y el sufrimiento de otros?