El doble crimen por el que Stephen Barbee fue ejecutado en Texas
Tras 16 años en el corredor de la muerte, Stephen Barbee fue ejecutado en Huntsville, Texas al ser acusado de asesinar a Lisa Underwood y a su hijo Jayden, de 7 años, al asfixiarlos en Tarrant en el 2005.
El crimen fue el 19 de febrero del 2005 en Tarrant, Texas. En documentos de corte se detalla que Barbee, de 55 años, asfixió a Lisa, quien estaba embarazada, al someterla contra una alfombra.
El pequeño Jayden vio el crimen e intentó ayudar a su mamá, pero Barbee lo tomó y le tapó la boca y nariz hasta asfixiarlo.
Barbee condujo hasta una zona rural en Denton donde cavó dos tumbas para enterrar los cuerpos de Underwood y su hijo.
Luego, Barbee confesaría el crimen que lo tuvo 16 años en el corredor de la muerte hasta la noche del miércoles que le aplicaron la inyección letal.
Su ejecución se había retrasado, luego de que los abogados de Barbee habían pedido a la Corte Suprema que la suspendieran.
Su defensa alegó que estaban violando los derechos religiosos de Barbee al no otorgarle un asesor espiritual al momento de su muerte.
En Tarrant, el Fiscal de Distrito Penal del Condado Sharen Wilson pidió que mostraran simpatía con la familia y amigos de las víctimas.
“¿ Qué clase de persona asfixia a una mujer embarazada y a su hijo de 7 años? Uno que merece la pena de muerte", dijo Wilson, “La pena de muerte está reservada para los peores delitos. Este es uno de ellos”.
Stephen Barbee creía que era el padre del bebé que Lisa Underwood esperaba
En los juicios, los fiscales dijeron que Barbee creía que era el padre del bebé de siete meses que esperaba Underwood.
Según los fiscales a Barbee le preocupaba que el embarazo de Underwood “arruinara su matrimonio” y luego cometió el crimen.
Con pruebas de ADN, las autoridades constataron que Barbee no era el papá el bebé. Tras el hallazgo de los cuerpos, Barbee fue arrestado y tuvo su juicio y sentencia en menos de tres días en febrero del 2006.
Las últimas palabras de Barbee
Momentos antes de recibir la inyección letal, Barbee expresó estar listo para cumplir su condena.
“Solo quiero que todos tengan paz en su corazón, hagan la eternidad con Jesús, denle la gloria en todo lo que hagan. Estoy listo”, dijo.
Barbee murió sosteniendo que era inocente y alegó que había sido forzado a confesar que él era el autor del crimen.