"Estamos siendo golpeados": entre deportaciones y aranceles, empresarios piden al Congreso una reforma migratoria
Entre el la imposición de aranceles a las importaciones de Canadá, México y China, los empresarios —de ambas posturas políticas— ven cada vez más difícil mantener en movimiento la rueda económica sin que, además, se afecte a los consumidores.
Bob Worsley, exsenador republicano en Arizona y presidente de NZ Legacy y ZenniHome, una empresa de construcción de casas modulares, contó que está sintiendo el impacto no sólo en su empresa sino también en su comunidad.
En su negocio, dijo en una rueda de prensa el miércoles, "hay ofertas de empleo que hemos hecho a latinos y no las aceptan. Hicimos seis ofertas a personas que conocemos bien (...) y solo una aceptó. El resto las rechazó por miedo a trabajar en Estados Unidos bajo lo que ellos llamaron 'un ambiente hostil con los inmigrantes de México'".
Worsley dijo que lidian con dos problemas. El primero, conseguir trabajadores en Estados Unidos que tengan el entrenamiento y la experiencia necesaria: "Cualquier cosa que nos frene por el miedo a una nacionalidad es contraproducente".
Y no le pasa sólo a él. Contó de una empresa de limpieza fundada hace más de cinco años por inmigrantes en Salt Lake City, que perdió a toda su fuerza de trabajo por el temor que tenían los inmigrantes a salir de casa, ser detenidos y deportados. "Si ven a Estados Unidos como un lugar hostil para los latinos, aún legalmente, ¿quién va a querer venir a trabajar?", preguntó. "Los números no mienten y los hechos deberían ser la base para una buena política migratoria", agregó.
La falta de trabajadores esenciales en Estados Unidos no es problema reciente. Afecta a casi todos los estados en numerosas industrias. El Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, en Houston, asegura en un análisis que se debe a varios factores: la edad avanzada y el retiro de trabajadores que no logran ser reemplazados; menos jóvenes disponibles para ocupar esos puestos; y la caída en la inmigración entre 2016 y 2021 como consecuencia de las políticas migratorias del primer mandato de Donald Trump.
En la construcción, el sector en el que trabaja Worsley, el instituto asegura que para 2024 se necesitaban 501,000 trabajadores más. Para 2025, estimaban que necesitarían 454,000 nuevos empleados. En manufactura, calculan que para 2030 habrá 2.1 millones de vacantes que potencialmente le costarán a la economía estadounidense un billón (trillion en inglés) de dólares.
Plantean como una "potencial solución" a la migración. Y ponen ejemplos: como que 37% de la fuerza laboral en agricultura o pesca la conforman inmigrantes; en construcción son el 34%. "Con documentos o sin ellos, han sido el pilar de la economía estadounidense por décadas", se lee en el reporte.
Un problema nuevo
El segundo problema con el que Worsley comienza a lidiar son los aranceles. Dice que de la noche a la mañana ya ven un aumento en los costos de materiales de construcción que son importados, justamente de países incluidos por Trump en las tarifas: "Estamos siendo golpeados por dos cosas y teniendo que aumentar los precios, porque no conseguimos trabajadores y tenemos que pagarle más a la gente para que se aparezca. Y por los aranceles, que ahora están aumentando el costo de la materia prima para el proceso de manufactura. Eso tendrá que pasar a los consumidores".
En su comunidad también se siente el miedo. Worsley asegura que las congregaciones religiosas que antes se llenaban de hispanos creyentes, se vaciaron. "Se fueron a las congregaciones de blancos o, sencillamente, dejaron de ir a la iglesia".
Andy Johnston, vicepresidente senior de iniciativas estratégicas de la Cámara de Comercio de Grand Rapids, en Michigan, dijo que —igual que Worsley— sus tres mil lidian con un aumento en los costos, pero en la cabeza de la lista están "la incertidumbre en materia migratoria" y los aranceles.
En la rueda de prensa había representantes de más organizaciones con la misma percepción. Todos piden una reforma migratoria que dé un camino a la ciudadanía para dreamers y trabajadores esenciales. Se preparan para ir a Washington DC a finales de marzo a intentar incluir en la agenda legislativa y ejecutiva una solución bipartidista.
Samuel Sánchez, empresario de restaurantes en Chicago y miembro del Comité de 100 —una coalición que reúne a un centenar de empresarios mexicanos y latinos de distintas tendencias políticas— dijo que necesitan que el Congreso "actúe ya" en ese pedido. "Vemos a inocentes y a gente que está siendo deportada. Esperamos que esto se corrija. No tenemos un año y medio para esperar por las elecciones de medio término y entonces entablar conversaciones políticas sobre esto".
En los hechos
Ana Valdez, presidenta de la organización Latino Donor Collaborative, un think tank que analiza datos económicos relacionados con los latinos, mostró algunas cifras para hablar de la contribución de los hispanos en el país. "La inmigración es la fuerza que alimenta el crecimiento (...) Los latinos en este país son el combustible de la economía en un nivel que la gente no se imagina (...) Los números no mienten", aseguró.
Explicó que para 2023 aportaron 3.6 billones (trillion en inglés) de dólares al producto interno bruto de Estados Unidos. "Si los latinos en ese momento hubieran sido un país, hubieran sido la quinta mayor economía del mundo. Entonces, ¿por qué si quiera se cuestiona el valor de esa productividad?", preguntó.
Johnston habló entonces del cero como su número favorito: "Ese es el número de áreas metropolitanas en el país que han crecido sin el apoyo de nuevos americanos. Los nuevos estadounidenses contribuyen con el crecimiento económico y revitalizan nuestras zonas metropolitanas", insistió.
Para él, el mensaje es claro: "Los inmigrantes son los nuevos estadounidenses. Ellos no usan dinero de nuestros impuestos; ellos lo generan. Ellos no se roban empleos; apoyan el mercado laboral y permiten que las empresas locales sigan funcionando. Ellos no drenan nuestra red de seguridad social; ellos la apoyan (...) Tenemos leyes que no se han actualizado desde antes que existiera Internet. Es momento de hacerlo para que podamos cuidar a la fuerza laboral y a nuestra economía".