Kamala Harris tampoco logra romper el 'techo de cristal' que Hillary Clinton dejó intacto
Cuando en 2016 Hillary Clinton perdió las elecciones ante Donald Trump, la candidata demócrata habló del desafío pendiente que quedaba a otras mujeres de romper el 'techo de cristal', esa barrera invisible que no había permitido que una mujer llegara al cargo más importante del país.
Muchos vieron en Kamala Harris posibilidad de la revancha para romper esa barrera con la sorpresiva candidatura que tuvo que asumir luego de que el presidente Joe Biden desistiera de buscar la reelección, presionado por el desastroso desempeño que tuvo en su primer debate con Trump.
No fue posible tampoco esta vez que EEUU se pusiera a la par de muchas naciones desarrolladas y algunas menos desarrolladas, incluyendo varias en América Latina, y eligiera a una mujer para dirigir los destinos del país.
Aunque Harris no hizo de su género un tema de campaña de la misma manera explícita que lo hizo Clinton en 2016, se promocionaba como defensora de los derechos de las mujeres, ante un candidato republicano que era percibido como misógino y sexista por algunos.
En general, la campaña demócrata trató de pintar a la opción republicana -en la presidencia, en el Congreso y en otros cargos locales- como una amenaza para los derechos de las mujeres.
El aborto, el caballo de batalla de los demócratas
El expediente del aborto, o los derechos reproductivos en general, atacados por los conservadores que lograron que la Corte Suprema derogara la cincuentenaria protección federal a la práctica bajo la decisión Roe vs. Wade, fue el argumento que machacó la campaña para decir que con los republicanos la igualdad de género y otros derechos femeninos estaban en peligro.
El argumento pareció funcionar a juzgar por las encuestas previas a la votación que mostraban una gran diferencia entre mujeres y hombres a la hora de apoyar a uno u otro candidato.
De acuerdo con los datos de las primeras encuestas a boca de urna publicadas por ABC News la noche del martes, Harris tenía una ventaja de 10 puntos sobre Trump entre las mujeres. A su vez, Trump llevaba 10 puntos entre los hombres.
En 2020, muchos análisis atribuyeron a los votos de mujeres de zonas urbanas parte del triunfo de Biden sobre Trump.
En esta oportunidad, la falta de respaldo entre los hombres parece haber sido clave en la derrota de la vicepresidenta, junto al avance de Trump entre otros electorados como los hispanos o los negros, este último un grupo que no logró activar de la misma manera que hizo Biden en 2020 pese a ser ella afroestadounidense.
El aborto destaca en importancia para las mujeres, con un 19% en los resultados preliminares, frente al 8% entre los hombres, y aumenta al 42% entre las mujeres menores de 30 años (las mujeres representan el 53% de todos los votantes, preliminarmente; los hombres, el 47%).
Pero en las encuestas preliminares a pie de urna los consultados expresaron más confianza en Trump que en Harris en materia de inmigración y economía.
El 66% dijo que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos, algo que fue un tema central de la campaña de Harris.
Mucho cambió desde 2016, pero no lo suficiente
Las mujeres tienen ahora más representación, aunque todavía insuficiente, que en 2016 en lugares relevantes.
Harris es un ejemplo. Como abogada había roto ya un 'techo de cristal' en su estado, California, al convertirse en la primera mujer negra en ser elegida fiscal general. En 2017 fue la primera mujer de ascendencia asiática en llegar al Senado.
En el actual Congreso federal hay 45 mujeres más en el Senado y en la Cámara de Representantes que las que había cuando Hillary Clinton buscó la presidencia, de acuerdo con datos del Center for American Women and Politics (CAWP) de Rutgers University .
Se han alcanzado además otros hitos que han ayudado al avance de las mujeres en la toma de decisiones políticas.
Las demócratas Sharice Davids y Deb Haaland fueron las primeras mujeres nativas americanas elegidas al Congreso. Las también demócratas Ilhan Omar y Rashida Tlaib las primeras mujeres musulmanas legisladoras federales. Y, en Nuevo México, Michele Luján Grisham se convirtió en la primera demócrata hispana en liderar un estado.
Al arrancar su campaña, Harris se enfocó en sus antecedentes como fiscal general, senadora y vicepresidenta para cortejar a los electores en un país donde aspectos cruciales para algunos de ellos han dado un vuelco desde las pasadas elecciones, como el aborto.
Un análisis de The Brookings Institution inmediatamente después de esas elecciones del 2022, las primeras tras la derogación de Roe vs. Wade, indicó que aquel fue un año electoral inusual, pues al hecho de que el fallo de la Corte Suprema estaba fresco hubo que sumarle la pandemia y las condiciones económicas complicadas de ese entonces, como la inflación y el alto desempleo.