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Matthew McConaughey

Los 7 mejores momentos de True Detective

Publicado 10 May 2017 – 05:30 PM EDT | Actualizado 14 Mar 2018 – 09:48 AM EDT
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Oscura, perturbadora y retorcida son algunos de los calificativos que ha recibido True Detective, la serie de  Nic Pizzolatto que le da un vistazo a las profundidades del ser humano.

No es solo una serie de drama policial, es un retrato de las fuerzas de la ley, el crimen y la corrupción, elementos que se mueven muy cerca de nosotros. Cada uno de los personajes ( interpretados por actores estelares) ha sabido exponer sus diferentes matices y las tragedias personales que cada cual esconde.

Ante la expectativa de una tercera temporada, estos grandes momentos de True Detective son un reflejo de una compleja y bien lograda producción.

#7 El opening

Tanto en la primera como en la segunda temporada, las imágenes de los protagonistas fusionadas con fotogramas de ciudades, autopistas, campos abiertos o cuerpos, sin dejar de lado los efectos psicodélicos, la doble exposición y la música, retratan que está por comenzar una historia que va en una constante espiral. Es simplemente la perfecta antesala.

#6 El descubrimiento (Temporada 2)

El hijo de Ray, Chad, es un niño que de por sí es inseguro y, por si fuera poco, siente terror por su padre, gracias a la conducta errática y difícil de este.

Velcoro, al descubrir que su hijo es víctima del bullying, usa sus influencias para intimidar a su agresor y su familia hasta la última fibra.

#5 Entre la filosofía y otras complejidades (Temporada 1)

A lo largo de la primera temporada, es común ver a Rust Cohle (Matthew McConaughey) realizar cualquier tipo de elucubraciones sobre la existencia del hombre, sus creencias y hasta su postura en el universo. Cada intervención es densa y, a veces, difícil de entender gracias a lo intrincado del personaje.

Un claro ejemplo es el casi monólogo que mantiene Rust sobre el tiempo al momento de su interrogación.

¿Qué es lo fascinante? Toda la construcción del personaje, que toma principios de física y filosofía antigua y moderna. Estos se fusionan con experiencias personales y dejan momentos épicos y memorables.

#4 El compromiso de Velcoro  (Temporada 2)

Quizás es una de las mejores interpretaciones que hemos visto de Colin Farrell, en la segunda temporada de la producción. Ray Velcoro presenta una gradual transformación de un hombre que claramente tiene principios y objetivos bastante retorcidos.

Sin embargo, en una serie de flashbacks, deja claro cómo se vende a sí mismo ante el gángster Frank Semyon (Vince Vaughn). Hace esto para obtener información sobre el atacante de su esposa, lo que lo arrastra hacia un compromiso que lo obliga a encubrir crímenes y a hacerse cómplice de ellos.

Cabe acotar que este momento es clave para entender la complejidad de la trama.

#3 La última caminata de Frank (Temporada 2)

A medida que se concluye la historia en la segunda temporada, los personajes van enfrentándose a las consecuencias de  sus decisiones. Un ejemplo es Frank Semyon, quien queda en medio de traiciones que lo llevan a su propio destino.

Al recibir un disparo, queda a merced del desierto y de sus alucinaciones, que se materializan en las personas que formaron parte de su vida e, inclusive, algunas que murieron por su propia mano.

La desolación y la agonía que van acompañadas por planos generales y medios dejan en claro la magistralidad de la serie.

#2 La perfección técnica del plano secuencia (Temporada 1)

Una de las características más destacadas de True Detective es la calidad cinematográfica. De hecho, puntalmente para la primera temporada Cary Fukunaga realizó las filmaciones con película de 35 mm, para que las imágenes adquirieran un rasgo único.

El cuidado de los detalles también está presente en los aspectos técnicos. Es posible verlo, especialmente en el cuarto episodio, «Who Goes There», una secuencia de seis minutos complicada y sencillamente impecable.

#1 Se cierra el ciclo (Temporada 1)

Rust y su compañero Martin Hart (Woody Harrelson) se reencontraron, luego de años de olvido, para resolver finalmente el caso que los unió inicialmente. La lucha final contra el asesino deja un saldo alarmante: un Martin herido y a Rust en un coma, del cual logra recuperarse.

Ambos, en medio de la quietud de la noche y luego de la tragedia, hablan hasta que Rust confiesa haber visto a su familia. Finalmente, este se desploma y comienza a llorar, como una clara señal de que, de alguna manera, lograron encontrarse a sí mismos en lo que fue una escena sublime y conmovedora.

Hay algo cierto y es el hecho de que True Detective cambió el paradigma de las producciones al llevar el estándar a un nivel más alto. Es una historia densa pero adictiva que, además, recibe un tratamiento impecable. Un show que se disfruta desde el primer minuto.

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