Trump arremete contra los "jueces politizados" que obstaculizan su agenda al tiempo que otorga más poder a Elon Musk y sus recortes
La inusual aparición de Donald Trump en el Despacho Oval el martes junto a su más poderoso asesor, Elon Musk, sirivió para que ambos defendieran su campaña de duros recortes en el gasto federal y para que el presidente arremetiera contra los "jueces politizados" que han bloqueado algunas de sus órdenes ejecutivas, en plena tormenta de equilibrio de poderes en Estados Unidos.
" Queremos desenmascarar la corrupción, y parece difícil de creer que un juez pueda decir: 'no queremos que hagas eso'", declaró Trump, sentado en el icónico 'Resolute Desk'. "Siempre respeto las decisiones de los tribunales, y después tengo que apelar", agregó, un comentario seguido de una advertencia apenas velada. "Quizás deberíamos prestar atención a los jueces, porque es muy grave".
Más temprano, había expresado indignación en su red Truth Social contra aquellos a quienes calificó de "jueces muy politizados", que intentan "detenerlo".
"La democracia en Estados Unidos va camino de ser destruida por un golpe de Estado judicial", protestó Elon Musk, también en su propia red social, X.
Uno de los principales asesores de la Casa Blanca, Stephen Miller, comentó el martes en X que si "un juez local quiere controlar el poder ejecutivo, no tiene más que hacer campaña para ser presidente".
El bloqueo judicial, el principal contrapeso de Trump en su arremetida contra el gobierno federal
El regreso al poder de Trump no ha provocado manifestaciones multitudinarias de sus opositores y los demócratas, minoritarios en el Congreso, por el momento han tenido dificultades para responder al flujo incesante de decretos y declaraciones estruendosas.
Son los tribunales, movilizados por asociaciones y sindicatos, y los fiscales demócratas, los protagonistas de la contestación contra el millonario de 78 años.
Los jueces bloquearon por vía de urgencia varias decisiones del presidente republicano, determinado a extender su poder tanto como sea posible. El martes, por ejemplo, volvió a pedir el cierre de la agencia de respuesta a las catástrofes naturales, FEMA.
Muchos expertos recalcan que solo los congresistas pueden tomar una decisión de este tipo, y que esto también se aplica al desmantelamiento de la gran agencia humanitaria USAID, impugnado en los tribunales.
La voluntad de Trump de cuestionar el derecho de ciudadanía por nacimiento, garantizado por la Constitución, ha provocado una batalla legal.
Y los métodos brutales de Musk y de los jóvenes empleados de su comisión de eficacia gubernamental, llamada DOGE, han generado numerosos recursos legales.
Pero el tiempo de los jueces no es el de los políticos, especialmente frente a Trump, quien imprimió a sus primeras semanas de mandato un ritmo frenético.
Habrá que esperar un tiempo para que todos estos procedimientos judiciales lleguen a su fin, con posibles apelaciones que podrían acabar en la Corte Suprema, de mayoría conservadora.
En un mensaje en X, el vicepresidente JD Vance ya ha estimado que los jueces carecen de la autoridad necesaria para "controlar la acción legítima del poder ejecutivo".
"Muerte de la democracia": las críticas a los ataques de Trump y sus aliados contra el sistema judicial
Trump dijo el domingo estar "muy decepcionado" de que un tribunal hubiera bloqueado el de los equipos de Musk al sistema de pagos del Tesoro estadounidense, una infraestructura muy sensible. "Francamente, ningún juez debería tener el derecho de tomar una decisión así", comentó.
El senador demócrata Chris Murphy reaccionó el lunes en CNN al declarar que "no es exagerado decir" que se está viviendo "la muerte de la democracia". "La idea central de nuestra democracia es que obedecemos las decisiones judiciales", declaró.
El lunes, por primera vez desde la investidura del 20 de enero, un juez federal acusó a la istración Trump de ignorar una decisión judicial al mantener un congelamiento muy criticado de los fondos federales, a pesar de que la justicia había ordenado la reanudación de los pagos.
Queda por ver hasta dónde llegará Trump en sus críticas al delicado equilibrio establecido por la Constitución entre el poder legislativo, el ejecutivo y la autoridad judicial.
"Es solo equilibrando cada uno de estos poderes frente a los otros dos que la inclinación de la naturaleza humana hacia la tiranía puede ser controlada y dominada", escribía en 1775 uno de los padres fundadores de Estados Unidos, John Adams, que más tarde se convirtió en presidente.
Trump busca expandir la influencia de Musk, quien defiende su trabajo y reconoce errores
Musk aprovecho su inusual aparición en la Casa Blanca para defender los rápidos y extensos recortes que está impulsando en el gobierno federal, aunque reconoció que ha habido errores y que habrá más.
El hombre más rico del mundo se colocó junto al escritorio presidencial mientras Trump elogiaba su trabajo con el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), diciendo que han encontrado pruebas “impactantes” de gastos innecesarios. El presidente republicano firmó una orden ejecutiva para expandir la influencia de Musk y continuar reduciendo la fuerza laboral federal.
La orden establece que un representante del DOGE deberá aprobar casi todas las nuevas contrataciones, una consolidación dramática de la gestión del personal en todo el gobierno federal.
A pesar de las preocupaciones de que está acumulando un enorme poder con poca transparencia, Musk se describió a sí mismo como un libro abierto mientras respondía preguntas de los reporteros por primera vez desde que se unió al gobierno de Trump.
Bromeó diciendo que el escrutinio sobre su amplia influencia en las agencias federales era como someterse a una “prueba de proctología a diario”. También afirmó que el trabajo del DOGE se estaba compartiendo en su sitio web y en X.
Sin embargo, el sitio web del DOGE no tiene información y las publicaciones en X a menudo carecen de detalles, incluyendo qué programas están siendo recortados y dónde tiene la organización.
Musk defendió el trabajo del DOGE como de “sentido común” y “no draconiano ni radical”. “El pueblo votó por una reforma gubernamental a gran escala y eso es lo que el pueblo va a obtener”, dijo. “De eso se trata la democracia”.
El magnate reconoció, en respuesta a una pregunta sobre declaraciones falsas de que Estados Unidos estaba gastando 50 millones de dólares en preservativos para Gaza, que algunas de las afirmaciones que ha hecho sobre los programas gubernamentales han sido incorrectas.
“Algunas de las cosas que digo serán incorrectas y deben ser corregidas. Así que nadie puede batear 1,000”, dijo, en alusión a una estadística perfecta. El empresario prometió que actuaría rápidamente para corregir errores y reconoció que el DOGE también podría estar cometiendo errores.
“Nos estamos moviendo rápido , así que cometeremos errores, pero también corregiremos los errores muy rápidamente”, dijo Musk y agregó que hay algunas buenas personas dentro de la burocracia federal, pero que deben rendir cuentas.
La cruzada de Trump y Musk contra los trabajadores federales
Musk, que no fue elegido, describió a la fuerza laboral como un cuarto poder “no elegido” que tiene “más poder que cualquier representante electo”.
Trump y Musk ya están presionando a los trabajadores federales para que renuncien a cambio de incentivos financieros, aunque su plan está suspendido mientras un juez evalúa su legalidad.
El programa de renuncia diferida, comúnmente descrito como un paquete de liquidación, permitiría a los empleados renunciar y seguir recibiendo su salario hasta el 30 de septiembre. Funcionarios del gobierno dijeron que más de 65.000 trabajadores han aceptado la oferta.
La Casa Blanca también ha trabajado para limitar la supervisión independiente. El inspector general de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional fue despedido al día siguiente de advertir que se había vuelto casi imposible monitorear 8,200 millones en fondos humanitarios después de que el DOGE comenzara a desmantelar la agencia.
“La agencia no cubrirá ninguna vacante para nombramientos de carrera que el líder del equipo del DOGE evalúe que no deben ser cubiertas, a menos que el jefe de la agencia determine que las posiciones deben ser ocupadas”, dice el decreto.
Además, la Oficina de istración y Presupuesto requerirá que las agencias “contraten a no más de un empleado por cada cuatro empleados que se retiren”. Habrá excepciones en lo que respecta a inmigración, orden público y seguridad pública.
Cientos de personas se reunieron para una marcha el martes frente al Capitolio de Estados Unidos en apoyo a los trabajadores federales. Janet Connelly, una diseñadora gráfica del Departamento de Energía, dijo que está harta de los correos electrónicos de la Oficina de Gestión de Personal que animan a las personas a aceptar el programa de renuncia diferida.
Intentó utilizar la configuración de spam para filtrar los correos electrónicos, pero no tuvo éxito. Connelly señaló que no tiene planes de aceptar la oferta. “Desde el principio, no confié en ello”, afirmó. Connelly dijo que considera que su trabajo es un importante servicio para el público estadounidense. “Es demasiado fácil denigrarnos”, comentó.
Otros han dicho que el miedo y la incertidumbre han invadido a la fuerza laboral federal.
“Están preocupados por sus empleos. Están preocupados por sus familias. También están preocupados por su trabajo y por las comunidades a las que sirven”, dijo Helen Bottcher, una exempleada de la Agencia de Protección Ambiental y actual líder sindical en Seattle.
Bottcher participó en una conferencia de prensa que organizó la senadora demócrata Patty Murray.
Murray dijo que los trabajadores “merecen algo mejor que ser amenazados, intimidados y presionados a renunciar por parte de Elon Musk y Donald Trump”. También afirmó que “realmente necesitamos que estas personas se queden en sus trabajos o las cosas comenzarán a desmoronarse”.
Una abogada del gobierno, quien habló con la agencia AP bajo anonimato por miedo a represalias, dijo que es un momento aterrador para ser un empleado federal. Indicó que a la gente le preocupa que sus teléfonos y computadoras estén siendo monitoreados. Ella es una madre soltera con una hija pequeña, y su padre le ha insistido en que acepte un trabajo más seguro en el sector privado.
Pero se ha mostrado escéptica ante el programa de renuncia diferida, enfatizando que aceptar la oferta implica que los trabajadores no pueden presentar una demanda si no se les paga el monto que se les prometió. La idea, dijo, es una locura.
Con información de AFP y AP.