¡Qué rápido crecen! Parece que fue ayer cuando lo tuviste por primera vez en tus brazos, viste sus ojitos y tu vida cambió por completo. Los meses volaron, los gateos se convirtieron en carreritas por la casa, las trompetillas ahora son palabras y tu pequeño está a punto de empezar una nueva etapa en la vida: el kínder.