Aunque a lo largo de la historia se han hecho cambios en los funerales papales, por ejemplo, el rito ya no requiere que el cuerpo se coloque en los tradicionales tres ataúdes de ciprés, plomo y roble, ahora, el cuerpo del papa se coloca en un ataúd de madera, con un féretro de zinc en su interior, hay rituales que se conservan como la vestimenta roja del pontífice para su entierro.