Daenerys Targaryen se consolidó como una de las mujeres más poderosas de la televisión. Durante ocho temporadas, Emilia Clarke fue la responsable de encarnar a la legendaria Madre de Dragones. No obstante, en los primeros años de Game of Thrones, Clarke estuvo a punto no sólo de despedirse de este legendario personaje, sino también de su propia vida.