En 1991 fueron robados 1,661,738 autos en todo el país, el récord histórico de este tipo de crímenes en EEUU. Aunque en 2017 este número se redujo en 53%, debido en gran medida a las mejoras en la seguridad de los nuevos carros, la data recolectada por la Oficina Nacional de Fraude de Seguros (NICB por sus siglas en inglés) muestra cómo las ciudades pequeñas y no muy populosas son las más propensas a estos crímenes.