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El último 'pies secos': la historia que simboliza el fin de los beneficios a los migrantes cubanos

José Antonio Batista Silva fue el último cubano en acogerse a la política 'pies secos, pies mojados' en el puesto de aduanas de Laredo (Texas). Su imagen llorando en una mezcla de alegría por haber llegado a EEUU y tristeza por los compañeros que dejó atrás dio la vuelta al mundo.
13 Ene 2017 – 06:11 PM EST
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LAREDO (Texas).- Con una mezcla de lágrimas de emoción por haber entrado a EEUU y de tristeza por los compañeros que dejó atrás, José Antonio Batista Silva se convirtió la tarde del jueves en uno de los símbolos del repentino fin de la política 'pies secos, pies mojados', que durante dos décadas benefició a cientos de inmigrantes cubanos.

“Es que soy el último, viejo”, decía entre sollozos José Antonio Batista Silva poco después de cruzar el Puente Internacional Laredo-Texas, que separa México de EEUU. La suya era una imagen muy diferente a la de los abrazos y gritos de alegría con los que sus compatriotas han celebrado en los últimos años el paso de Nuevo Laredo (México) a Laredo (EEUU) con un parole bajo el brazo que les garantizaba permanecer de manera legal en el país, trabajar y solicitar beneficios monetarios, sociales y médicos.

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Cómo un grupo de cubanos recién llegados a Miami se enteró del fin de la política ‘pies secos, pies mojados’

Este profesor de computación de 35 años originario de Puerto Padre, en la provincia oriental de Las Tunas, también tendrá todo eso, porque consiguió rellenar sus papeles antes de que la istración de Barack Obama anunciara el fin de los beneficios a los cubanos que llegan a suelo estadounidense sin visa. Pero la idea de dejar atrás a varios de sus compañeros de viaje que habían luchado tanto o más que él para llegar hasta allá, le partía el alma.

"Lo que me duele es haber dejado a tantos hermanos atrás que han pasado tanto trabajo y han gastado mucho más dinero que yo, haberlos dejado en esa situación...", explicó. "Son cientos, mi hermano", lamentaba.

José Antonio Batista Silva salió de Cuba el 5 de diciembre con la idea de llegar a EEUU por tierra, vía Guyana, y en una ruta popularizada entre sus compatriotas en los últimos años recorrió media América por tierra hasta que este jueves llegó a la aduana de EEUU en Laredo. "Entré a las 9.30 de la mañana, me procesaron. El proceso fue muy lento. A las 4:00pm cuando salió la orden del presidente se congeló todo", explicó.

"Todos se rajaron en lágrimas"

Esa fue la hora maldita para su grupo, la hora a la que entró en vigor el fin a la política 'pies secos, pies mojados'. Los oficiales de aduanas los reunieron y les dijeron que quienes a las 4:00pm no habían hecho el proceso de petición de asilo debían regresar a México. Los que iban delante de Batista Silva, pasaron. Los que estaban detrás, se quedaron sin beneficios.

"Aquello fue impactante porque es muy duro llegar, tuvimos que gastar mucho dinero y todos se rajaron en lágrimas. Incluso yo. Fue tanta la emoción que no me lo pude guardar. Duele, duele bastante", le dijo a Univision Noticias.

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El sueño roto de los cubanos que se quedaron a mitad de camino

Sus compañeros de travesía no son los únicos que se han quedado atrás. Hay cientos de cubanos que se enteraron de la noticia en diferentes países de América Latina, de camino a EEUU, y otros tantos que se quedaron a las puertas, en la frontera con México.

Univision Noticias se encontró con un grupo de unos 40 cubanos en Nuevo Laredo la mañana de este viernes. Algunos de ellos lloraban o lamentaban que ya no les queda dinero para seguir el viaje y que no pueden regresar a Cuba porque lo vendieron todo para financiar el largo camino hasta EEUU y ya no les queda nada en la isla.

Además, en la frontera corre el rumor entre los cubanos de esa ciudad mexicana que hay cientos de ellos que podrían llegar en los próximos días.

"Es muy difícil al ver tantas personas que han pasado trabajo como uno, incluso mujeres en esa travesía desde Guyana hacia acá. Corres muchos riesgos, incluso que te asalten y maten para quitarte el dinero o que te deporten en México. Son ya tantos países como México, Nicaragua que hemos cruzado para que te den esta noticia… Esto es escalofriante", afirmó el profesor de computación.

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Sin beneficios, todos los que se quedaron atrás se enfrentan al mismo proceso que cualquier otro inmigrante: si no consiguen una visa, su única opción es pedir asilo político y pasar el largo y difícil proceso que se lo garantice.

Por su parte, Batista Silva ya está en un autobús Greyhound de camino a Kansas City (Missouri) donde se reunirá con parte de su familia. Para conseguir su sueño americano, este cubano dejó atrás a su mujer y a su hija de 9 años. Y aunque sabe que desde este jueves es más complicado dice que va a luchar para traerlas a EEUU.

En Missouri y esperando la llegada de José Antonio Batista está la prima de su esposa, Iraida Polo, de 52 años, quien dice estar feliz de poder recibirlo pero lamenta que tuviera que dejar a su esposa y a su hija atrás.

Polo, que lleva 6 años en Kansas City, también se acogió a la política 'pies secos, pies mojados' para poder reunirse con sus hijos. "La ilusión de todos nosotros es poder llegar aquí y me da mucha lástima lo que ha pasado (el fin de los beneficios) más que nada por la gente que está en el camino".

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