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Volodymyr Zelensky

Gritos, amenazas y el futuro de una guerra en vilo: qué deja el choque entre Zelensky y Trump en la Oficina Oval

El choque retórico que tuvieron el presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance con el ucraniano Volodymir Zelensky en la Casa Blanca quedará en la historia de la diplomacia como un evento único y desafortunado que bien puede complicar las perspectivas de una solución negociada a la guerra entre Ucrania y Rusia.
Publicado 1 Mar 2025 – 07:31 AM EST | Actualizado 1 Mar 2025 – 07:31 AM EST
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Que los líderes de las naciones tengan duros intercambios durante negociaciones no es extraño. Lo insólito es que pase ante las cámaras de los medios en el Salón Oval de la Casa Blanca, un lugar donde tradicionalmente el presidente anfitrión y los visitantes suelen intercambiar cortesías, antes de pasar a puertas cerradas a tocar los temas álgidos y potencialmente conflictivos (y ahí, quizá, a los gritos).

En el caso del choque que tuvieron el presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance con el ucraniano Volodymir Zelensky quedará en la historia de la diplomacia como un evento desafortunado que bien puede complicar las perspectivas de una solución negociada a la guerra entre Ucrania y su invasor, Rusia.

Hay cosas que no se dicen en esos encuentros en el despacho presidencial, como ya demostraron con fina diplomacia esta semana el primer ministro británico, Keith Starmer, y el presidente francés Emanuel Macron, quienes fueron a la Casa Blanca precisamente a abogar ante Trump por Kyiv, obviando todas las señales negativas que han salido de Washington, como asegurar que Ucrania empezó la guerra o que Zelensky es un dictador.

Fue un error de Zelensky caer en la tentación de presentarse “duro” ante un gobierno supuestamente aliado; pero que empezó a negociar con los rusos una eventual paz sin tomarlos en cuenta. Cuando el vicepresidente Vance, indebida y falsamente, le dijo que nunca había dado las gracias por la ayuda recibida, el ucraniano cometió el error de meterse a debatirle.

Fue un error de Trump y de Vance dejar que el sentimiento de “irrespeto” que dijeron sentir por la actitud de Zelensky les llevara a acorralar verbalmente a alguien que, al fin de cuentas, es un invitado y un aliado que ha contado con el respaldo bipartidista desde que empezó la invasión en 2022.

Zelensky se quedó sin almuerzo ni rueda de prensa

No hubo almuerzo, no hubo rueda de prensa conjunta y Zelensky tuvo que irse de la residencia presidencial apenas dos horas y media después de haber llegado aunque, según reporteros asignados a la presidencia, esperó para reunirse con la delegación estadounidense, que finalmente no se presentó. Al ucraniano le dijeron que era mejor retirarse porque no iba a ser "productivo" seguir conversando este día.

Hasta ese punto se rompió el diálogo entre ambos gobiernos que parecía regresar a sus carriles luego de las cosas que se había dicho desde la distancia en el poco más de un mes que Trump regresó a la presidencia.

La gravedad de lo sucedido este viernes en la Casa Blanca lo muestra el que, minutos después de que el mundo entero viera el espectáculo de líderes de ese nivel, la istración estadounidense suspendiera tanto la posibilidad de negociar la paz como el acuerdo para explotación de minerales que era lo que Zelensky había ido a firmar.

Hacia el final de la discusión, el presidente Trump dijo dirigiéndose a un Zelensky que ya parecía haber perdido la energía, el interés o las ganas de tratar de defender su punto de vista: “Eso va a ser grande en televisión. Te diré eso. Veremos qué podemos hacer para lograr algo juntos”.

No se logró nada, porque poco después, Trump anunció en su cuenta de su red social Truth que el diálogo estaba roto, que el ucraniano no estaba preparado para negociar la paz, que podría volver a visitarlo cuando lo estuviera.

La mala relación entre Trump y Zelensky es vieja

Minutos antes del malogrado encuentro, el presidente Trump pareció haber olvidado haber llamado a Zelensky dictador, como hizo en semanas pasadas, parte de la mala conexión entre ambos presidentes puede venir de ese comentario y de cosas previas que pasaron incluso antes de la invasión rusa.

Trump nunca ha tenido mucho respeto por Zelensky. En su primer mandato, su primer impeachment fue justamente por Ucrania y la estrategia del presidente republicano de retener la ayuda militar que el Congreso había aprobado para el país europeo a cambio de que se anunciara una investigación de los negocios de Hunter Biden, el hijo mayor de quien se perfilaba como su contrincante para la reelección, Joe Biden.

Y aunque es inevitable que en política las preferencias y las fobias personales de los líderes juegan un papel, el líder ucraniano debió haberse contenido mientras las cámaras estaban presentes y dejar para el diálogo privado las cosas que quería responderle a “JD” como se refirió al vicepresidente, así por su nombre y visiblemente , en el intercambio en la Oficina Oval.

Trump tiene razón cuando dice que sin EEUU Ucrania no habría podido resistir el embate ruso y que sin EEUU no tiene mucho que poner en la mesa de negociaciones, porque, en el largo plazo, la ventaja la tiene Rusia, un país con muchos más recursos militares para mantener sus operaciones.

Aunque el mayor perdedor en este pugilato es el ucraniano, quien “no tiene todas las cartas” para sentarse a negociar con los rusos como le recordó de mala manera el presidente Trump, el episodio manda una señal más al resto del mundo de que Washington no es ya un aliado confiable que no juega con las reglas que han regido la diplomacia por más de 70 años.

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