Qué son las deportaciones médicas, la cruel e ilegal práctica que Philadelphia prohibió por primera vez en Estados Unidos
La ciudad de Philadelphia se convirtió el miércoles en la primera jurisdicción de Estados Unidos en prohibir las deportaciones médicas en su territorio, gracias a una resolución adoptada por su legislatura municipal.
En esa sesión, el Concejo de la Ciudad aprobó el proyecto de ordenanza 230649, que modifica el código de la ciudad para dar fin a “ la deportación ilegal de pacientes no ciudadanos por parte de hospitales a los países de origen de los pacientes sin su consentimiento”.
Philadelphia, ciudad libre de deportaciones médicas
Según la organización de derechos de los inmigrantes local Free Migration Project, los hospitales utilizan la deportación médica como una forma de deportar a residentes indocumentados que necesitan atención médica a largo plazo sin "consentimiento informado o mediante consentimiento forzado de la familia del paciente".
Free Migration Project dice que la nueva ordenanza proporciona “una supervisión muy necesaria de la práctica de la repatriación médica, exigiendo informes a los hospitales para monitorear qué tan extendida está la práctica de la deportación médica”.
La organización explica también que la ordenanza “garantiza que los pacientes y sus familias obtengan la información en el idioma que entienden para tomar la mejor decisión sobre su salud y consientan plenamente cualquier repatriación médica” y garantiza que haya formas de responsabilizar a los malos actores, creando “el camino para que la ciudad haga cumplir la legislación e imponga multas a quienes violen los derechos de los pacientes”.
Philadelphia es solo uno de los muchos lugares de Estados Unidos donde los hospitales se toman la atribución ilegal de deportar pacientes.
Varias investigaciones han registrado casos en Nueva Jersey, Nueva York, Carolina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Tennessee y Texas, en los que los pacientes fueron trasladados a países como El Salvador, Guatemala, Honduras, Lituania, México, Filipinas y Corea del Sur.
¿Qué son las deportaciones médicas?
Las deportaciones médicas consisten en el envío a su país de origen de pacientes inmigrantes sin documentos, usualmente en condición crítica o con necesidad de cuidados a largo plazo, sin su consentimiento o el de su familia, y, en algunos casos, hasta sin su conocimiento.
Según el reporte de Seton Hall, en Estados Unidos los hospitales tiene la obligación legal de proveer atención de emergencia a quien lo necesite, sin importar su estatus migratorio.
Esta obligación termina cuando el paciente ya no requiere de cuidados médicos de emergencia, pero en muchos casos siguen requiriendo atención médica.
Según un informe del Centro de Justicia Social de la Escuela de Derecho Seton Hall, en Nueva Jersey, es en ese momento cuando surge el problema, pues los hospitales se muestran renuentes a tratar inmigrantes que carecen de seguro médico debido a su estatus migratorio.
"La combinación de pacientes inmigrantes vulnerables y la falta de un flujo de reembolso para su cuidado médico ha contribuido a esta situación en la que muchos hospitales toman el asunto en sus manos", dice el informe.
El informe explica que "actuando solos o en conjunto con empresas de transporte privado, los hospitales están funcionando como oficiales migratorios no autorizados y deportando a pacientes migrantes seriamente enfermos o heridos directamente desde la cama del hospital hacia sus países de origen".
¿Son legales las deportaciones médicas?
Estas movilizaciones no son hechas por el Servicio de Migración o Aduanas (ICE), la única agencia en Estados Unidos con la potestad de deportar migrantes, sino por los hospitales mismos, que carecen de la legitimidad para hacerlo.
Los hospitales contratan aviones de compañías de transporte aéreo privadas a un gran costo, que puede llegar a alcanzar los $50,000 dólares por paciente, dependiendo de la complejidad del caso, según indica el reporte 'Vuelos fatales: la deportación médica en Estados Unidos', publicado en 2021 por Free Migration Project y la Escuela Legislativa de la Universidad de Pennsylvania.
Según el reporte, miles de pacientes con condiciones médicas crónicas han sido deportados por hospitales y, en algunos de estos casos, han fallecido luego de ser deportados.
Sin embargo, no hay cifras oficiales sobre la práctica, ya que pocas veces son reportadas al ser llevadas a cabo fuera de la jurisdicción migratoria.
La última vez que se midió el impacto de estas expulsiones fue en 2012, cuando Seton Hall contabilizó más de 800 deportaciones o intentos de deportaciones en seis años.
