Las siete grandes empresas estadounidenses que se declararon en bancarrota en 2023
Desde hace años, el comercio electrónico ha venido golpeando a las compañías estadounidenses que dependen de los consumidores en tiendas físicas. Adicionalmente, la todavía recuperación de los efectos de la pandemia de covid-19 han hecho que algunas empresas estadounidenses hayan tenido que declararse en bancarrota este 2023.
Algunos de los problemas que estas compañías han presentado son los altos costos, la escasez de suministros y la competencia creciente.
Declararse en bancarrota no significa necesariamente que una empresa se vaya a pique. En Estados Unidos, muchas empresas se ciñen al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras para cerrar algunas operaciones, reducir deudas y ahorrar costos.
La ley permite a la empresa resolver sus problemas financieros mediante la reorganización, como ocurrió en el pasado con empresas como AT&T, JC Penney y la cadena Sears.
A continuación algunas de empresas más conocidas que tuvieron que declararse en quiebra este año que termina:
Bed Bath & Beyond
La cadena de enseres y productos de decoración presentó su solicitud de bancarrota en abril pasado ante la Corte de Distrito de Nueva Jersey, y estimó sus activos y cargas en una franja entre los $1,000 y 10,000 millones.
La compañía con sede en Union, Nueva Jersey, dijo en un comunicado que había hecho la declaración de forma voluntaria “para realizar un cierre ordenado de sus negocios al tiempo que realiza un proceso limitado de marketing para solicitar interés en una o más ventas de algunos o todos sus activos”.
La firma dijo que sus comercios y sitios web 360 Bed Bath & Beyond y 120 BuyBuy Baby seguirían abiertos y servirían a los clientes mientras “comienza sus esfuerzos por efectuar el cierre de sus establecimientos minoristas”.
Lordstown Motors
En junio pasado, Lordstown Motors, fabricante de vehículos eléctricos, se acogió al Capítulo 11 de protección por bancarrota en junio y se puso a la venta.
En un comunicado, la empresa afirma que no le quedó más remedio después de que fracasara un acuerdo de alto nivel con Foxconn, su mayor accionista, exsocio y uno de los mayores fabricantes de componentes electrónicos a nivel mundial.
Lordstown Motors acusó a Foxconn de fraude y de no cumplir sus promesas de invertir en la empresa.
Lordstown adquirió una fábrica a GM en 2019 para producir coches pequeños para el principal fabricante de automóviles de Estados Unidos. Al principio contaba con 1,600 empleados; sin embargo, para finales de 2022 solo tenía 260 a tiempo completo. En 2021, pocos años después de su lanzamiento, advirtió que podría quebrar.
Party City
La cadena de tiendas minoristas de artículos para fiestas Party City se acogió en enero al beneficio del Capítulo 11 de la protección por bancarrota, después de luchar contra los aumento de los precios y un retroceso en el gasto de sus clientes.
La compañía, con sede en Woodcliff Lake, Nueva Jersey, aclaró que sus tiendas de franquicia, sus subsidiarias fuera de Estados Unidos así como su negocio Anagram de globos de aluminio no son parte de la reestructuración y seguirán siendo componentes importantes de su negocio.
Party City Holdco Inc., dijo que sus más de 800 tiendas propias y franquicias en toda América del Norte permanecerán abiertas y que los clientes aún pueden hacer compras en el sitio web de la compañía.
La cadena está planeando una reestructuración acelerada que, informó, reduciría sustancialmente su deuda y liberaría efectivo.
La compañía aseguró un financiamiento, prioritario al resto de los acreedores, de $150 millones en financiamiento y dijo que él mismo, en caso de ser aprobado por la corte, proporcionará suficiente efectivo para continuar con las operaciones.
Rite Aid
Rite Aid, una de las mayores redes de farmacias de EEUU, con 2,100 puntos de venta de medicamentos y productos sanitarios, así como de alimentación y artículos de higiene, crisis de los opioides.
Adicionalmente, la empresa está pagando el precio de una serie de fusiones y adquisiciones fallidas.
En 2006, compró las cadenas Eckerd y Brooks por $3,400 millones, en una operación que amplió su red a más de 5,000 sucursales, pero también debilitó su situación financiera. Posteriormente, el grupo intentó venderse a su rival Walgreens en 2015, pero el acuerdo fracasó y Walgreens solo se hizo con 2,200 tiendas dos años después. Además, falló otras negociaciones con el grupo de supermercados Albertsons.
Sumado a esos problemas, en marzo el Departamento de Justicia de EEUU presentó una demanda contra Rite Aid en un tribunal federal de Cleveland, acusando a la empresa de despachar recetas de los opiáceos oxicodona y fentanilo, dos potentes analgésicos responsables de miles de muertes por sobredosis en el país cada año.
Esto desencadenó en que, en su último ejercicio fiscal, Rite Aid reportara que sus ventas se contrajeron un 1.9%, hasta $24,000 millones, además registró pérdidas de $749 millones.
La compañía avisó que los locales Rite Aid seguirán dando medicamentos recetados y que los clientes podrán seguir yendo a sus tiendas y comprar online mientras la empresa pasa por su proceso de bancarrota. Pero ese proceso también le permitirá agilizar su plan de cerrar los locales que le sean poco rentables.
SVB Financial
SVB Financial Group, la casa matriz de Silicon Valley Bank, uno de los bancos intervenidos en marzo pasado por entes reguladores financieros de Estados Unidos, solicitó la protección ofrecida por el Capítulo 11 del Código de Bancarrota de EEUU.
SVB Financial Group, junto con su CEO y su director financiero, fueron objeto de una demanda colectiva esta semana que afirma que la compañía no reveló los riesgos que los futuros aumentos de las tasas de interés tendrían en su negocio.
El sucesor del banco, Silicon Valley Bridge Bank, se encuentra bajo la jurisdicción de la FDIC y no está incluido en la solicitud de protección del Capítulo 11.
WeWork
La empresa creada por el emprendedor Adam Neumann que dio señales de revolucionar el mercado de las oficinas, se declaró en noviembre pasado en bancarrota.
WeWork no pudo hacer frente a una deuda registrada de $18,656 millones por lo que se acogió también al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras.
La quiebra llega tan solo cuatro años después de que la empresa estuviese valorada en casi $50,000 millones. Al darse a conocer la bancarrota, su valor cayó en un 98%.
La quiebra solo afecta a Estados Unidos y Canadá, sus operaciones en otros países como México o España han continuado.
A WeWork la pademia de covid-19 le afectó de sobremanera. En 2020 la empresa cayó en picado a causa del auge del teletrabajo y del confinamiento, llegando a tener espacios de coworkings prácticamente vacíos durante meses.
Yellow
La empresa transportista cuyas cajas blancas con el logotipo naranja fueron vistas por casi un siglo en carreteras de Estados Unidos, detuvo operaciones en julio pasado y se espera que se declaró en quiebra por lo que dejó a unas 30,000 personas sin empleo.
El anuncio lo hizo el sindicato de camioneros Teamsters, con quien la empresa terrestre ha estado en una disputa laboral por la falta de contribución de la empresa a sus planes de pensión y seguro médico.
El colapso de la compañía se produce tres años después de que recibiera $700 millones en préstamos de la era de la pandemia por covid-19 del gobierno federal. Sin embargo, la compañía estaba en problemas financieros mucho antes de eso, y los analistas de la industria señalaron decisiones estratégicas y de gestión deficientes que se remontan a décadas.
Mira también: