Jason Coreas va a Harvard con una beca completa; otras ocho universidades le ofrecieron lo mismo
HOUSTON, Texas. – Jason Coreas, de 18 años, estaba frente a su computador revisando el estatus de su solicitud de ingreso a la universidad de Harvard y lloró de la felicidad cuando vio que empezó a caer confeti y serpentinas en la pantalla y decía: ¡felicitaciones!
Eran alrededor de las 6 pm, del jueves 30 de marzo de 2023, cuando Jason recibió la noticia que esperaba con anhelo. En ese momento estaba con su mamá, Leticia Verde, y con su hermano de 17 años, y todos se contagiaron de la emoción.
Hubo lágrimas, risas, abrazos, expresiones de incredulidad, pero al final solo una celebración espontánea. Jason había logrado su sueño: estudiaría en Harvard con una beca completa.
Jason también había enviado solicitud de ingreso a otras nueve universidades: UT Austin, Yale, University of Pennsylvania, Georgetown, Pitzer College, Emory, University of Richmond, Occidental College, and University of Southern California. En todas lo itieron y le ofrecieron becas completas, excepto por Yale.
El recorrido que llevó al estudiante hispano hasta ese momento tan esperado estuvo repleto de obstáculos y empezó cuatro años atrás en la preparatoria Avalos P-TECH, del distrito escolar de Aldine, al norte de Houston.
“Este proceso empezó para mí en el año nueve (noveno grado). Entré a la prepa sabiendo lo que quería y era (ir a la) universidad, ‘a big name university’ (una de renombre)”, dijo Jason en una entrevista con Univision 45.
“Realmente, yo soy el primero en mi familia en ir a (la universidad), entonces no necesariamente sabía cómo llegar ahí, pero sabía que le tenía que dar mi todo. Y lo hice”, agregó.
El sueño de Jason es convertirse en un juez federal, porque, dice, no hay muchos jueces que luzcan como él.
“No hay diversidad en los jueces federales aquí en los Estados Unidos, la mayoría son americanos, no se miran como yo y no vienen de la comunidad de donde yo vengo”, dijo.
Él quiere llegar a esa rama judicial para llevar un poco de la diversidad que les falta y poder poner en un escenario más grande los problemas de su comunidad y así ayuda a encontrar soluciones.
Por qué Harvard escogió a Jason entre tantos jóvenes brillantes
“No creo que soy un genio o que nací con una capacidad mucho más avanzada que los otros niños de mi edad, pero tuve que trabajar muy, muy, muy duro”, dijo Jason.
Él nació en Houston, pero el inglés fue su segundo idioma y recuerda que tuvo que esforzarse bastante durante la primaria para estar al nivel de todos los demás estudiantes que crecieron hablando inglés.
Cuando le preguntan por qué Harvard lo aceptó, sin dudarlo dice que fue por el impacto que ha hecho es su comunidad a través de las muchas organizaciones de las que fue parte durante sus años de preparatoria.
“(Vieron) mi trabajo en tratar de hacer mi comunidad un lugar más más seguro, más feliz, con más recursos”, dijo.
Menciona que también pudo llevar sus iniciativas al Congreso Federal al participar en un programa de una semana en el que logró hablar con los congresistas hispanos para hacer leyes que ayuden a las comunidades como la suya.
“Estuve discutiendo políticas sobre migración en el piso del congreso, o sea, ese ese día si lloré… Cuando iba caminando por los pasillos del congreso, me dije, wow, mi mamá vino a este país sin nada y yo estoy aquí, y sí chillé”, contó.
Así logró Jason Coreas cumplir su sueño de ir Harvard
Jason es hijo de Leticia Verde, una mexicana que llegó a Estados Unidos sin documentos en 1996, cuando tenía 18 años, proveniente de Guanajuato.
Ella se casó joven, tuvo a Jason y a su segundo hijo, pero luego se separó del padre de los niños cuando ellos todavía estaban muy pequeños. Los tuvo que criar sola, con el sustento que le daba un su pequeño negocio de estética.
“Pasé experiencias muy duras, nosotros, como mi madre, cuando era madre soltera. Eso me dio mucha fuerza y ganas para echarle mi todo, para saber que esta era mi oportunidad para salir de nuestra situación económicamente”, contó el estudiante a Univision 45.
A Jason nadie le dio un paso a paso de cómo prepararse para ser aceptado en una buena universidad, pero su empeño en cambiar la historia de su familia a través del estudio lo llevó a encontrar, él solo, una ruta para hacerlo.
“Busqué (en internet) qué tenía que hacer para cumplir mis sueños. Era lo único que quería… nadie me dijo: ‘tú lo puedes hacer’, no porque no creyeran en mí, pero no hay muchos niños en Aldine (distrito escolar de Aldine) que van a Harvard”, dijo.
Desde el grado noveno, dijo, empezó a tener calificaciones perfectas y se metió en varias organizaciones en su escuela.
“A los 15 años, fui presidente del club de LULAC en mi escuela. Estábamos luchando por los derechos de los latinos en la comunidad de East Aldine (su vecindario), dijo.
Desde entonces siguió involucrado de lleno en esos programas, creó otros nuevos y tomó todas las clases avanzadas de AP que le ayudaban a fortalecer su perfil académico. Incluso, ganó unas elecciones escolares para ser vicepresidente en su escuela.