Existe un continente que no conoces, pero se encuentra sumergido: ¿nos lo ocultaron?
Oficialmente, la Tierra tiene 6 continentes, pero hay una formación más que a los científicos les tomó casi 4 siglos encontrar y todavía quedan misterios por resolver.
En 1642, el navegante Abel Tasman emprendió una misión desde Indonesia con la intención de encontrar un nuevo continente en el hemisferio sur del planeta. El nombre provisional del misterioso lugar era Terra Australis.
Aunque en ese momento los europeos ya sabían sobre la existencia de Australia, insistían en que no era el territorio que estaban buscando.
Tasman llegó a la Isla Sur de Nueva Zelanda y no tuvo buen recibimiento por parte de los maoríes locales, por lo que libró una batalla con ellos y regresó a casa sin haber cumplido la misión de encontrar un nuevo continente.
Años más tarde, los europeos cambiaron de opinión y se rindieron en la búsqueda del continente propuesto por Tasman; por eso Australia adoptó el nombre de Terra Australis.
Sin embargo, el explorador indonesio murió sin saber que estaba en lo correcto y existe un continente más de los que se pensaba.
375 años después de su misión, en 2017, un grupo de científicos anunció oficialmente el hallazgo de un territorio de 4.9 millones de kilómetros cuadrados al que nombraron Zelandia o Zealandia.
¿El problema? El 94% de la superficie de Zelandia está sumergido 2 kilómetros bajo el océano y solo hay algunas islas visibles, como Nueva Zelanda que actualmente pertenece a Oceanía.
El estudio de 2017 fue la culminación de casi 4 siglos de exploración interrumpida. Un siglo después de la misión de Tasman, el cartógrafo James Cook fue enviado a Nueva Zelanda como parte de una misión secreta para encontrar el continente.
En 1895, el naturalista James Hector dio las primeras pistas del nuevo continente después de estudiar las islas de la costa sur de Nueva Zelanda.
Hector concluyó que Nueva Zelanda es «el remanente de una cadena montañosa que formaba la cresta de una gran área continental que se extendía hacia el sur y el este, y que ahora está sumergida».
La investigación sobre el nuevo continente se detuvo otro siglo; sin embargo, en la década de 1960, los geólogos llegaron a un acuerdo sobre la definición de un continente:
De esta manera, los interesados en el continente sumergido tenían una base para trabajar y saber si realmente estaban frente a uno nuevo.
En 1995, el geofísico Bruce Luyendyk revivió la idea del continente sumergido y propuso el nombre Zelandia; pero fue hasta 2017 que se anunció de manera oficial.
¿Cómo se formó Zelandia?
Zelandia pertenecía al territorio del supercontinente Gondwana, formado hace 550 millones de años, que agrupaba casi todo el territorio del hemisferio sur.
400 millones de años después, Zelandia se separó por razones todavía desconocidas por la ciencia.
A diferencia de la corteza continental normal, que es de 40 kilómetros de profundidad, la corteza de Zelandia solo se extiende 20 kilómetros hacia abajo, lo cual lo convierte en un territorio delgado.
Al ser tan delgado, el continente se hundió 2 kilómetros en el mar, pero dejó algunos rastros al nivel de la corteza oceánica.
No se sabe en qué momento Zelandia se hundió o si alguna vez fue tierra firme, pues la opinión científica está dividida, ya que las islas se formaron cuando las placas tectónicas del Pacífico y Australia se juntaron.
¿Zelandia es un continente?
Con base en la definición de lo que es un continente según la geología, Zelandia cumple con los requisitos, a pesar de estar sumergido.
La corteza está formada por rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias, lo cual es la prueba de que se trata de un continente.
Sin embargo, todavía quedan misterios por resolver: qué plantas y animales vivían ahí, cómo era la temperatura y qué pasó con los seres vivos cuando se hundió.
Existe la teoría de que Zelandia podría ser un territorio rico en fósiles de dinosaurios; sin embargo, la exploración del continente es costosa y complicada.
Al estar debajo del océano, los científicos deben perforar el lecho marino y sumergirse para obtener algunas muestras de rocas; pero otro tipo de exploraciones requieren más esfuerzo y dinero.
Es por eso que a 400 años de haberse planteado la idea de un nuevo continente que resultó real, Zelandia todavía tiene muchos misterios por revelar y es probable que pasen varios años para descubrirlos.
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