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Ciencia y Tecnología

5 errores científicos de 'Tiburón': Steven Spielberg nos mintió

Publicado 28 Sep 2020 – 12:50 PM EDT | Actualizado 28 Sep 2020 – 12:50 PM EDT
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Tiburón es una de las películas más aclamadas de la historia, pero está llena de imprecisiones científicas que retratan de manera negativa a los animales.

En 1974, Peter Benchley publicó el libro Jaws o Tiburón, el cual cuenta la historia de distintos ataques de un enorme tiburón blanco en la costa de la isla ficticia Amity y se convirtió en un bestseller de terror el año de su publicación.

Un año más tarde, Steven Spielberg se encargó de llevar la novela de Benchley a la pantalla grande. La película Tiburón se convirtió en un éxito taquillero y entre la crítica, que, hasta la fecha, sigue siendo reconocida como un clásico del cine.

Parte del éxito de Jaws se debe a que la construcción ficticia del animal causó terror en los espectadores y convirtió al tiburón blanco en uno de los animales más temidos del océano.

Independientemente de las proezas cinematográficas de Jaws, la película está llena de errores científicos o cambios exagerados para atemorizar con la criatura.

Además, cuando se estrenó la película, no había tantos estudios sobre la vida y comportamiento del tiburón como en la actualidad.

En la película, el tiburón blanco mide casi 8 metros, mientras que su tamaño real oscila entre 4.5 y 6 metros, en promedio.

A diferencia de la creencia popular y de lo que mostró la cinta, los tiburones blancos no se acercan a la costa en busca de humanos para devorarlos.

La dieta de los tiburones consiste principalmente en focas, leones marinos, delfines, vaquitas marinas y peces más pequeños.

La biología marina ha determinado que el tiburón es uno de los principales depredadores del océano y se encuentra en la cima de la cadena alimenticia del ecosistema, pero su comportamiento favorece a mantener un equilibrio entre especies.

Al estar en la cima de la cadena, el tiburón blanco tiene pocos depredadores naturales y su mayor amenaza son los humanos.

Los ataques de tiburón son muy raros, pues es más probable ahogarse en el mar, ser partido por un rayo o aplastados por un meteorito que ser atacado por un tiburón, pues, en promedio, se registran 82 incidentes al año.

Los humanos, en cambio, acaban con la vida de 100 millones de tiburones de diferentes especies, directa o indirectamente.

De acuerdo con el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón, 41 de los 105 incidentes de 2019 fueron causados porque los humanos iniciaron la interacción con el animal antes de ser atacados.

Los tiburones se acercan a la costa para alimentarse de focas, mas no de humanos. Es por eso que en las zonas con poblaciones de focas existen alertas para estar al tanto de los avistamientos de tiburones y mantener a la gente segura.

En la actualidad, existen sistemas de detección de tiburones para evitar accidentes; como rastreo por GPS o aplicaciones para el celular; y, en los últimos años, han surgido programas de conservación del animal.

Gracias a ellos, las poblaciones de tiburones han aumentado significativamente y se han detectado animales en diferentes partes del mundo. Además, se ha comprobado que no son animales que pasen mucho tiempo en la costa, pues también se sumergen en mar abierto más de 900 metros en las profundidades del océano.

Antes de morir en 2006, el autor de la novela Tiburón se convirtió en activista a favor de la conservación del animal, pues lamentó su representación en el libro y la película.

No obstante, Tiburón es una cinta que marcó a una generación y se convirtió en una clásico del cine, pero con cambios drásticos con fines de entretenimiento.

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