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El método para que tu bebé deje el pañal en un par de semanas (no incluye gritos ni estrés)

Publicado 11 Mar 2021 – 05:39 PM EST | Actualizado 16 Mar 2021 – 06:52 PM EDT
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Aprender a ir al baño es uno de los logros más importantes en la vida de tu bebé. Además de ser una señal de autonomía, significa que está listo para desarrollar otras habilidades, cómo vestirse sin ayuda o comer solito.

La edad recomendada para alcanzar este hito es entre los 18 meses y los 2 años y medio, menciona un artículo publicado por la Universidad de Utah.

Con el fin de que tu pequeño logre sobrellevar esta etapa y deje el pañal en tiempo récord, hemos preparado un entrenamiento de 11 pasos que lo animará a utilizar su bacinica y convertirse en un niño más independiente.

Sigue leyendo y conoce los detalles de este grandioso método. ¡Es muy fácil!

Entrenamiento para dejar el pañal

#1 Identifica las señales

De acuerdo con la organización Kids Health, las señales que indican que tu bebé está listo suelen aparecer entre los 18 y 24 meses de edad.

Como todos los aprendizajes, es un proceso paulatino que requiere de paciencia, tiempo y práctica.

Si notas que tu pequeño es más independiente al completar tareas, permanece con el pañal seco durante dos horas o más y comprende instrucciones sencillas, será momento de que le muestres cómo ir al baño solito.

#2 Elementos necesarios

Invierte en una bacinica de buena calidad o en un asiento especial que se acople a la forma de tu inodoro. De esta forma se sentirá más cómodo y podrá ir al baño sin temor a caerse dentro de la taza o lastimarse.

Investiga cuál es la mejor opción y ve a comprarlo en compañía de tu pequeño. Cuando lleguen a casa, escribe su nombre en un lugar visible y permite que lo decore con stickers o dibujitos.

No olvides limpiarlo después de cada evacuación y colocarlo en un sitio seguro lejos de químicos, solventes o productos de limpieza.

#3 La importancia de la rutina

La Asociación Americana de Terapia Ocupacional, argumenta que establecer una rutina puede acelerar este proceso y mostrarle otros hábitos de higiene. Para empezar, haz que tu hijo se siente en la bacinica completamente vestido entre dos y cuatro veces al día.

Esta acción hará que se familiarice con el orinal y comience a aceptarlo como parte de su cotidianidad.

Como mencionamos en el punto anterior, es importante que coloques este artefacto en un sitio accesible y fuera de peligro.

Si no quiere sentarse o hace berrinche cada vez que surge el tema, no te mortifiques, será cuestión de tiempo para que logre acostumbrarse y utilice el baño sin necesidad de que se lo pidas. Ten paciencia.

#4 Despídete del pañal

Una vez que tu hijo esté completamente acostumbrado a sentarse en la bacinica, el siguiente paso será retirar el pañal y animarlo a hacer sus necesidades sin recibir la ayuda de alguien más.

Explícale que tú también vas al baño y que no hay nada que temer, es una actividad tan simple y sencilla como elegir un par de calcetines o lavar sus dientitos.

#5 Pon el ejemplo

Acorde con el Centro de Aprendizaje Rosenberg, los niños aprenden a través de la imitación. Por consiguiente, la manera más sencilla de que entiendan cómo usar el retrete es viéndote hacerlo.

Para que este paso funcione correctamente, debes describir tus acciones paso a paso, mostrarle lo que has generado (pipí o popo) y hacer énfasis en la importancia de limpiarse adecuadamente, vestirse, jalar la cadena y lavarse las manitas.

#6 Explícale el proceso

Muéstrale a tu pequeño la relación entre los desechos y el inodoro. La próxima vez que moje o ensucie el pañal, acércalo a su bacinica y vacía el contenido en su interior.

Esto permitirá que asocie el acto de utilizar el inodoro con hacer sus necesidades. Incluso, si así lo desea, puede jalar la cadena y hacer todo el ritual posterior a usar el W.C. (vestirse, asear sus manos, etc.).

#7 Anímalo a ser independiente

Motívalo a usar el orinal siempre que tenga deseos de hacerlo. Si requiere ayuda para acomodar su ropa o subir la tapa, asegúrate de que sepa que puede pedírtelo sin problema y que tú siempre estarás dispuesta a guiarlo.

De igual forma, si tienes oportunidad, permite que camine por la casa sin pañales y mantén su bacinica a la mano. Cuanto más tiempo lo haga, le será más fácil aprender.

#8 Calzoncillos de entrenamiento

Es probable que la ropa interior extra absorbente o los pañales de entrenamiento, te sean de gran ayuda. No importa qué opción elijas, debes introducirla poco a poco y sin ejercer presión.

Cuando tu pequeño comience a usar el baño de manera regular, podrás reemplazar estos elementos con ropa interior (procura que sea de algodón). Algunos niños se sienten motivados al usar prendas de sus personajes preferidos, considéralo.

#9 Acepta sus errores

Es un hecho: ningún niño en el mundo es capaz de dominar el arte de ir al baño sin antes haber tenido un par de fugas y accidentes. En estos momentos, es fundamental que guardes la calma y seas muy (pero muy) paciente.

No te enojes ni pierdas la cabeza; piensa que tu hijo aún está desarrollando sus músculos y capacidades, por lo tanto, es normal que no tenga un control absoluto de sus evacuaciones.

En lugar de enfurecerte o castigarlo, mantén una actitud positiva y limpia su cuerpecito mientras le recuerdas que siempre que quiera hacer pipí o popó, deberá utilizar su bacinica.

#10 Turno nocturno

Aunque tu retoño logre permanecer seco durante todo el día, es probable que pasen meses (o años) antes de que logre dominar su esfínter y evite ensuciarse en el transcurso de la noche.

Para ayudarlo a mantenerse limpio, no dejes que consuma líquidos una o dos horas antes de dormir y recuérdale que si tiene ganas de ir al baño en medio de la madrugada, puede llamarte para que lo acompañes al sanitario.

En cuanto empieces con el entrenamiento nocturno, deberás colocar un cubrecolchón de plástico o una protección impermeable por debajo de sus sábanas.

Por último, acuesta a tu pequeño sin pañal y cerciórate de que haga sus necesidades antes de irse a la cama.

#11 ¡Listo, lo has conseguido!

Cuando tu hijo esté listo para adquirir este nuevo conocimiento, lo hará con éxito y bajo sus propias condiciones. Trata de ir lentamente y no lo presiones, ten presente que todos los niños tienen un proceso evolutivo diferente.

Con el tiempo, aprenderá a utilizar el baño como los adultos y será capaz de hacer actividades más complejas. ¡Qué emoción!

¿Tienes otra recomendación que sea útil? Escríbela en los comentarios.

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