7 usos ingeniosos para las bolsas de cocina que te sorprenderán
Todos hemos visto lo prácticas que son las bolsas plásticas con cierre en la cocina, especialmente para guardar alimentos con olores fuertes, como una cebolla cortada o queso roquefort, para congelar alimentos, o para llevar sándwiches al trabajo o el colegio.
Sin embargo, las bolsas plásticas con cierre tienen muchos más usos de los que imaginas en el hogar.
1. Refrescarte (y limpiarte) cuando estás de viaje
Si tienes que hacer un viaje largo en un día caluroso y húmedo, utiliza una bolsa con cierre hermético para llevar una toalla empapada en agua y jugo de limón, que servirá como un gran refrescante y limpiador.
Este es un buen truco para limpiarse la cara y las manos. Otra gran opción es congelar un par de toallas en una bolsa de cierre hermético; proporcionarán un alivio rápido a casi cualquier cosa, desde golpes y arañazos hasta quemaduras y dolor de dientes.
2. Decorar un pastel
Las mangas pasteleras pueden ser engorrosas de utilizar, costosas y difíciles de limpiar. Para una versión más económica y fácil, coloca el glaseado (o relleno) en una bolsa con cierre hermético.
Aplasta para eliminar el aire y ciérrala. Corta una esquina de la bolsa del tamaño que desees y ya estás lista para comenzar a decorar el pastel o las galletas.
3. Curar los mareos
Lo último que necesitas en tu viaje es un niño (o adulto) vomitando. Para curar los mareos, coloca unas bolas de algodón en una bolsa de plástico con cierre, y luego rocíalas con unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Entonces, si alguien se marea, abre la bolsa y haz que respire algunas bocanadas para sentirse mejor.
4. Mantener los objetos de valor secos (y a flote)
Si vas a la playa o a la piscina, coloca tus objetos de valor, como las llaves del coche, la billetera y el teléfono celular, en una bolsa con cierre hermético.
El gran truco: soplar aire en el interior antes de sellar la bolsa para que flote.
5. Utilizarla como un plato de agua portátil
Cada vez que salgas con tu perro a caminar o en un viaje en coche, lleva una bolsa de plástico con cierre llena de agua y utilízala como un plato de agua portátil.
Todo lo que tienes que hacer es sostenerla abierta para que tu mascota sacie la sed que le puede haber dado el paseo.
Ver también: Guía total para viajar en auto con mascotas
6. Guardar el queso rallado
Sabemos que la pasta o pizza es siempre mejor con un poco de queso parmesano recién rallado. Pero, ¿quién quiere molestarse con conseguir el rallador cada vez que necesitas queso rallado?
En su lugar, toma un trozo de queso parmesano, rállalo todo de una vez, y luego guárdalo en una doble bolsa con cierre para proteger la frescura.
7. Desechar el aceite de cocina
A menos que tengas un mejor amigo fontanero, no tapes el desagüe de la cocina con aceite de cocina usado.
En su lugar, espera a que se enfríe y luego vuélcalo en una bolsa de plástico con cierre y tírala a la basura.
¿Qué otros usos ingeniosos se te ocurren para las bolsas plásticas con cierre? ¡Cuéntanos! Y ya que hablamos de bolsas de plástico, te mostramos 7 formas de reutilizar las bolsas de plástico.