El café salado es tendencia gastronómica, ¿te animas a probarlo?
¿Estás preparada para sorprender a tu paladar?
A esta altura ya sabemos que a los chinos les gusta comer alimentos que los occidentales consideran inusuales, cosas como pastel de sangre de cerdo o carne de perro por nombrar solo un par de ejemplo. Así que la innovación del café salado no debería sorprendernos. Y esto es exactamente lo que hizo el restaurante 85º C (sí, ese es su nombre): empezar a servir un café a la sal marina.
Lo que inspiró a los chefs de la cadena fue la costumbre taiwanesa de rociar sal en frutas como la piña y la sandía para realzar su dulzura. Claro que el café salado también tiene sentido en un lugar donde los postres helados están cubiertos con granos de maíz, y los panes se untan con crema de vainilla azucarada y trozos de carne de cerdo.
Cómo se debe beber el café salado
Aunque la idea de beber café salado puede parecer extraña, la clave está en la degustación secuencial. Se supone que tienes que lamer la espuma salada para despertar tus sentidos, y luego saborear el café dulce y cremoso. Es a través del contraste de texturas que logras disfrutar al máximo de la experiencia.
Ingredientes:
Para el café
- 170 gramos de granos de café, recién molido
- 3 litros de agua fría filtrada
Para el jarabe
- 2 tazas de agua
- 2 tazas de azúcar
Para la crema de sal marina
- 1 taza de crema de leche, fría
- 1/2 cucharadita de sal marina finamente molida, o más si la deseas más salada
Preparación:
Para hacer el café, vierte los 3 litros de agua destilada fría en un recipiente. Aparte calienta los granos de café en el microondas durante 10-15 segundos para liberar los aceites y sabores de los granos. Muele los granos en un molinillo o procesador de alimentos, y viértelos en el agua, revolviendo hasta que los granos molidos estén empapados y distribuidos. Tapa y deja reposar a temperatura ambiente durante 24 horas.
Cuela los posos del café. Empieza con un colador de malla para deshacerte de las piezas más grandes, y luego utiliza un filtro de café para limpiar el resto. Guarda el café en el refrigerador hasta el momento de usarlo.
Para preparar el jarabe, combina el agua y el azúcar en una cacerola mediana. Llévala a ebullición hasta que el azúcar se haya disuelto completamente. Deja enfriar y transfiere a un recipiente con tapa. Enfría en el refrigerador hasta que estés lista para usarlo.
Para preparar la crema de sal marina, bate la crema fría y la sal en un tazón mediano hasta formar picos suaves, justo hasta que la crema espese y aumente su volumen. Mantenla fría y tapada hasta el momento de usarla.
Cuando tengas todo listo, vierte el café frío en un vaso, añade el jarabe y revuelve. Prueba para ver si está lo suficientemente dulce. Añade un gran copo de crema de sal marina y sirve enseguida.
¿Qué te pareció esta receta de café salado? ¡Comenta! Y si te gusta el café tienes que probar el Frappé, la bebida ideal para el verano.