La menor tuvo que ser trasladada hasta un hospital, donde los doctores alertaron a la policía. Tras entrevistarse con la menor y corroborar lo ocurrido, los agentes arrestaron a la mujer.
El menor fue trasladado a un hospital donde fue reportado grave tras ser diagnosticado con quemaduras en su rostro, brazo, abdomen, piernas y tórax. Además de los problemas en la piel, los médicos informaron que hay un alto riesgo de que padezca otras infecciones.
Los hechos ocurrieron durante discusión en una estación de gasolina de Florida. La oficina del sheriff del condado de Hillsborough informó que el agresor fue detenido y ha sido acusado de cargos de daño corporal grave.
En plena madrugada, el agresor llegó a la vivienda de la mujer y la rocío con gasolina antes de incendiarla. Al verse envuelta en llamas, la víctima corrió desesperada hasta su habitación donde estaba el pequeño, quien también resultó herido de gravedad. Ambos luchan por su vida en un hospital especializado.
La víctima, de 36 años, pasó poco más de dos semanas internado en un hospital con el 95% de su cuerpo quemado, hasta que fue declarado muerto. Aunque el hijo de la pareja está bajo resguardo de la abuela materna, los familiares del hombre han iniciado el proceso para obtener su custodia.
La joven sufrió graves quemaduras de segundo grado en la cara, los brazos y otras partes de su cuerpo, que fueron atendidas en un hospital. Por su parte, las autoridades lograron arrestar al agresor, de 19 años, cuando intentaba huir.
El pequeño estaba con su madre en la cocina y, tras un descuido de la mujer, el menor terminó en recipiente, por lo que tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital. "Está luchando entre la vida y la muerte”, aseguró el padre del menor.
Al escuchar los gritos de dolor de la niña, de seis años, uno de los vecinos llamó a las autoridades a quienes les pidió apresurarse porque "una hiena está matando a uno de sus hijos".
La joven de 22 años caminó hasta el frente de un escenario al aire libre mojado por la lluvia previa al evento, tomó el micrófono y se electrocutó ante la mirada de los asistentes.
Las autoridades preciaron que el supuesto parricidio ocurrió después de que la mujer había recibido dinero de una pensión y sus familiares le exigieron una parte de la misma. Luego de que la abuela se negó a hacerlo, todos sus allegados se enfurecieron, por lo que eso habría sido el motivo para arrojarla a una hoguera.
La víctima pasó más de dos meses inconsciente en un hospital debido a las quemaduras de segundo y tercer grado en el 30% de su cuerpo. Ahora, mientras se recupera lentamente y con el miedo latente de que sus agresores vuelvan a lastimarla, la joven intenta vender sus pinturas para costear su tratamiento.
Cuando el imputado supo que le faltaban 4,000 pesos colombianos (menos de un dólar) en su cartera, supuestamente se dirigió hasta la cocina donde tomó dos latas de sardina que calentó en la estufa, para después quemar a los niños de 9 y 12 años.
El pasado 27 de junio, el puertorriqueño publicó una fotografía suya en redes sociales durante su primer día en la escuela de medicina, un sueño del que se aferró para superar la difícil recuperación que atravesó, desde la explosión del tanque de gas en su departamento en 2019.
Aunque el reo pudo ser rescatado y llevado a un hospital, el joven de 22 años murió por las graves quemaduras sufridas. Su pareja cree que los oficiales poco hicieron para ayudarlo.
Las autoridades informaron que las lesiones sufridas son “increíblemente traumáticas” y que la agredida se encuentra en estado crítico con quemaduras de tercer grado en el 60% de su cuerpo. Por si fuera poco, todavía no se sabe con certeza si los mellizos podrán sobrevivir.
La NASA está investigando el comportamiento del fuego en el espacio y ya compartieron las primeras imágenes de un incendio dentro de una nave espacial.
Según datos de la OMS, las quemaduras causan la muerte de 180 mil personas cada año en todo el mundo, la mayoría de ellas de escasos recursos y en países en vía de desarrollo.
Antes, los tatuajes eran muy mal vistos y se discriminaba a las personas que los llevaban. Afortunadamente, han dejado de ser un tabú e incluso se han puesto de moda.