El más reciente ataque del Ejército israelí a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, ha desatado una ola de críticas en contra de las acciones del gobierno de Benjamin Netanyahu, quien posteriormente dijo que hubo un “trágico error” en la operación.

Israel asegura que interceptó la mayor parte de los misiles y drones que lanzó Irán en represalia por el bombardeo a su embajada en Damasco. El mundo pide mesura a las partes para evitar una escalada en la región.

Según el ejército, el misil viajaba a casi 500 millas por hora a unos 1,300 pies de altura, y voló sobre la frontera con Polonia poco más de una milla. Tras lo ocurrido, Polonia dijo que exigiría una explicación a Moscú.

En un discurso grabado en video, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, pidió a los líderes reunidos en París que "se aseguren de que Putin no pueda destruir nuestros logros y no pueda expandir su agresión a otras naciones".

Corea del Norte reportó que el misil Pulhwasal-3-31 sigue en fase de desarrollo y que el lanzamiento no representa una amenaza para los vecinos. Describió el misil como “estratégico”, lo que implica una intención de equiparlos con armas nucleares.

La agencia de espionaje surcoreana indicó que es probable que Pyongyang esté recibiendo a cambio asistencia tecnológica rusa en su plan de lanzar su primer satélite militar espía al espacio.