En semanas pasadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntó a EE.UU. como el nuevo epicentro de la pandemia por coronavirus (COVID-19) en todo el mundo.

De acuerdo con instituciones de salud, cada año más de 28 mil personas son diagnosticadas con cáncer de estómago tan sólo en Estados Unidos. La mayoría de los pacientes son hombres mayores de 64 años y cerca de 11 mil de esos casos resultan mortales.

No importa que se sea una madre con experiencia, ver a un hijo vomitar sin saber la causa es aterrador. A la mente acude una infinidad de escenarios: tiene una infección, algo en su cuerpo falla o se va a morir. ¿Cuándo se trata de algo peligroso?, y, ¿qué se debe hacer?

Después de años batallando con el estreñimiento es posible que ahora consideres al baño como tu santuario sagrado para leer, ver tus notificaciones de Facebook o bien, encontrar la respuesta a ese problema de trabajo. Sin embargo, la forma en la que te sientas sobre el WC podría ser la causas de tus problemas digestivos y otros problemas de salud.

Una condición común y que causa gran incomodidad: hablamos del reflujo. Este consiste en el retorno del ácido estomacal al esófago luego del inicio de la digestión, que puede generar consecuencias graves para el cuerpo, desde irritación en el revestimiento del esófago hasta llagas.

Muchas de las personas que sufren agruras las padecen con mayor frecuencia cuando se acuestan y esto puede afectar su calidad de sueño. ¿A ti también te pasa?