Gran parte del oeste de EEUU suma otra emergencia de salud: el humo de los incendios
Sea por el efecto directo de las llamas o de la nube de cenizas se esparce por gran parte de la Costa Oeste, millones de personas ahora enfrentan a otro enemigo para la salud distinto al incendios que han arrasado en California, Oregon y el estado de Washington.
El humo de los incendios es una mezcla de gases y de partículas finas de vegetación u otros materiales, explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Tos, dificultad respiratoria, ardor en los ojos, dolor de garganta, congestión nasal, sibilancias en el pecho, dolor en el pecho, dolores de cabeza, ataques de asma, cansancio y palpitaciones forman parte de la larga lista de síntomas que puede desencadenar este humo, mucho de los cuales se asemejan a los del covid-19.
La mayor amenaza de este humo para la salud proviene de unas diminutas partículas conocidas como PM 2.5 que pueden viajar hasta los pulmones e incluso entrar al torrente sanguíneo y desencadenar una reacción inflamatoria.
La exposición a altos niveles de estas partículas pueden derivar en una bronquitis o una neumonía, un descenso de la capacidad pulmonar y una incremento de la mortalidad por cáncer de pulmón y enfermedad del corazón, según el Departamento de Salud de Nueva York.
Un creciente número de estudios indican que estas pequeñas partículas pueden permanecer en el tejido pulmonar y ocasionar daños en el sistema inmunológico.
El cuerpo trata de expulsar estos cuerpos extraños, pero las repercusiones de este o pueden durar años, ya que el cuerpo tenderá a reaccionar exageradamente cuando se produce alguna irritación pulmonar. Esto supone que incluso una exposición corta a este humo puede provocar asma, alergias y otros problemas respiratorios a lo largo de la vida.
No todas las personas se ven afectadas de la misma manera por el humo. La edad, el estado de salud y tiempo de exposición juegan un papel importante.
Pacientes con problemas respiratorios o coronarios (incluyendo los contagiados con covid-19), adultos mayores, fumadores y niños están en mayor riesgo.
Un estudio extenso elaborado tras la temporada de incendios de 2015 en el norte de California mostró que la exposición al humo supuso un incremento en el uso de los servicios de emergencia hospitalarios entre los adultos de todas las edades, pero en especial entre aquellos de 65 o más años. Esa investigación encontró que durante los periodos en los que el humo era más denso, se produjeron más visitas por ataques al corazón e infecciones respiratorias.
¿Cómo protegerte?
- Revisa diariamente los reportes de calidad de aire en este link. La Agencia de Protección Ambiental de EEUU (EPA, por sus siglas en inglés), también recomienda que uses el sentido común: si hay humo o ceniza afuera, probablemente lo mejor es que no salgas de casa.
- Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades aconsejan evitar las salidas y mantener las ventanas y puertas cerradas.
- Si tienes aire acondicionado, asegúrate de que la función que permite extraer aire del exterior esté apagada.
- No uses la hornilla ni la aspiradora dentro de casa. Tampoco fumes.
- Comprar un purificador de aire con un filtro HEPA es una buena idea para limpiar el aire dentro de casa.
- Si piensas salir, usa tu máscara, aunque ésta no te protegerá de inhalar las peligrosas partículas PM 2.5. Los respiradores especiales n95 son los más recomendados, pero escasean debido a la pandemia.
- Si sufres de asma o problemas respiratorios consulta de inmediato a tu médico.
- Si estuviste en el exterior cámbiate la ropa y date un baño apenas llegues a casa.