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América Latina

Extraditado a EEUU el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández; este viernes comparece ante un juez de Nueva York

El ex jefe de Estado de 53 años, cuyo mandato como presidente de 2014 a 2022 estuvo plagado de denuncias de corrupción, corre el riesgo de pasar el resto de su vida en prisión si es declarado culpable de narcotráfico. (Read this article in English)
Publicado 21 Abr 2022 – 04:27 PM EDT | Actualizado 22 Abr 2022 – 04:14 AM EDT
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Este jueves fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos de narcotráfico el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández, poniendo fin a un largo proceso legal que comenzó días después de que el exaliado de la Casa Blanca dejara su cargo en enero.

Vestido de chaqueta azul, con un tapabocas y esposado de manos, fue trasladado en helicóptero poco antes del mediodía a la base militar Hernán Acosta Mejía, adjunta al Aeropuerto Internacional de Toncontín, en Tegucigalpa, desde donde un avión de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA) despegó para traerlo a Fort Lauderdale y luego a Nueva York, donde enfrentará un proceso judicial que podría encarcelarlo por el resto de su vida.


Antes de dejar Honduras entregó a los medios un video donde aseguró: "Soy inocente. He sido y estoy siendo sometido a un proceso de manera injusta".

Una vez el avión despegó, en el aeropuerto se escuchaban gritos como "¡Sí se pudo!" y en vías aledañas a la terminal aérea algunos autos ondeaban banderas hondureñas. Incluso en algunos sectores de Tegucigalpa se detonaron fuegos artificiales.

Su salida del país estuvo marcada por una fuerte presencia de agentes policiales y transmitida en vivo por la televisión hondureña. Hernández fue entregado a un agente de los US Marshalls y luego a funcionarios de la DEA.

Acusación señala que Hernández estaba asociado a 'El Chapo' Guzmán

El exmandatario hondureño comparecerá este viernes ante el juez federal Stewart D. Aaron en el tribunal federal del Distrito Sur de Nueva York.

Un comunicado del Departamento de Justicia estadounidense señaló que Hernández será acusado por supuesto delitos que van desde 2004 a 2022, por "participar en un conspiración de corrupción y tráfico violento de drogas y propiciar la importación de miles de kilos de cocaína a Estados Unidos".

El documento de la acusación señala que Hernández recibió presuntamente millones de dólares por utilizar su cargo público, las fuerzas del orden y el ejército para apoyar a organizaciones de narcotraficantes en Honduras, México y otros lugares.

Hernández era "una figura central en una de las mayores y más violentas conspiraciones de tráfico de cocaína del mundo", añadió la a de la DEA, Anne Milgram. "Este caso debe enviar un mensaje a todos los líderes políticos del mundo que comercian con posiciones de influencia para fomentar el crimen organizado transnacional: la DEA no se detendrá ante nada para investigar estos casos", añadió.

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“Soy inocente”: el video que grabó Juan Orlando Hernández antes de ser extraditado a EEUU

La acusación también refiere que, como diputado y luego presidente de Honduras, Hernández se asoció, entre otros, con el antiguo líder del cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias ‘El Chapo’.

El documento señala que en 2013, o alrededor de esa fecha, mientras Hernández hacía campaña para convertirse en presidente, aceptó aproximadamente un millón de dólares en ganancias del narcotráfico de Guzmán Loera. Hernández envió a su hermano, Juan Antonio Hernández Alvarado y a un asociado, armados con ametralladoras, a recoger el soborno de 1 millón de dólares. A cambio, Hernández prometió seguir protegiendo las actividades de narcotráfico del cártel de Sinaloa en Honduras.

El abogado del expresidente Hernández, Raymond Colón, entrevistado por el canal NTN24, dijo que la intención del expresidente es ir a juicio, aunque todavía deben revisar con el equipo de la defensa las pruebas aprotada en el caso para tomar una decisión.

La extradición de Hernández es la primera que ocurre desde la detención de Noriega en 1990

La medida judicial es un asombroso cambio de suerte para el exmandatario hondureño que una vez fue considerado intocable y casi no tiene precedentes en los anales de la justicia estadounidense.

"No puedo creer que lo hayan logrado", dijo Richard Gregorie, el ex fiscal federal que acusó al dictador panameño Manuel Antonio Noriega por cargos de narcotráfico en la década de 1980. "Es un gran golpe", añadió.

Ningún otro ex jefe de Estado ha sido extraditado a Estados Unidos desde Estados Unidos invadiera Panamá con casi 30,000 soldados. Noriega fue considerado en un momento un aliado de la CIA y la DEA, como Hernández, pero posteriormente fue condenado por narcotráfico en 1992 y murió en la cárcel en 2017.

Hernández también fue un importante aliado de la Casa Blanca y de la DEA durante la mayor parte de sus ocho años de gobierno, excepto cerca del final de su segundo mandato.

Solo otros dos líderes de un país extranjero han sido acusados en Estados Unidos, Norman Saunders, de las pequeñas islas Turcas y Caicos, en 1985, por una conspiración de tráfico de drogas, y el expresidente Ferdinand Marcos, de Filipinas, en 1988, por lavado masivo de dinero. Pero ambos estaban ya en el país cuando fueron detenidos. Saunders fue declarado culpable y condenado a ocho años de cárcel. Marcos murió antes de ser juzgado.

El último jefe de Estado en ser acusado en Estados Unidos ha sido el venezolano Nicolás Maduro en 2019 por cargos de drogas y terrorismo, tras unas elecciones cuya legitimidad Estados Unidos -y decenas de países- no reconocen.

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EEUU acusa a Maduro por narcoterrorismo y ofrece millonaria recompensa por información que conduzca a su arresto

Hernández es acusado de "tráfico de drogas patrocinado por el Estado"

La extradición se hizo en relación con tres cargos de tráfico de drogas y uso ilegal de armas, según una copia obtenida por Univision Noticias.

"La acusación a Hernández es en realidad mayor que la que se hizo contra el panameño Noriega, dada la corrupción masiva y el tráfico generalizado de drogas", dijo Mike Vigil, ex jefe de operaciones de la DEA. "El expresidente Hernández fue la fuerza dominante para convertir a Honduras en un virtual narcoestado al crear una corrupción masiva en todos los niveles del gobierno", añadió.

El expresidente, que dejó su cargo hace apenas dos meses, ha negado con vehemencia todas las acusaciones en su contra relacionadas con el narcotráfico, calificándolas de mentiras urdidas por delincuentes violentos que buscan reducir sus condenas.

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Los obstáculos de acusar al líder de un país extranjero en EEUU

No es de extrañar que acusar al líder de un país extranjero sea un reto legal importante, en parte debido a la inmunidad de la que gozan en el cargo, pero también por cuestiones de las limitaciones del alcance de la jurisdicción legal estadounidense fuera de Estados Unidos.

En el caso de Noriega y Hernández, Estados Unidos argumenta que las drogas -y el dinero- se movían a través de Estados Unidos, creando un nexo criminal en este país.

Los esfuerzos de Estados Unidos por acusar a otros líderes políticos por conspiración conectada con narcotráfico, como el presidente Ernesto Samper de Colombia a mediados de la década de 1990, fracasaron porque los investigadores no pudieron encontrar un vínculo criminal con Estados Unidos.

Gregorie dice que se encontró con la dura oposición del gobierno de George H Bush, cuando le dijo a su superior que tenía suficientes pruebas para acusar a Noriega, un antiguo activo de la CIA. "No te puedes imaginar la cantidad de gente que se enfadó conmigo. Mucha gente no quería que ocurriera", dijo Gregorie, que presentó la acusación de todos modos. "Ese fue prácticamente el final de mi carrera", dijo.

Posteriormente, el Departamento de Justicia estableció un procedimiento según el cual todos los casos en los que estuvieran implicados políticos extranjeros debían ser autorizados por la oficina del fiscal general.

Gregorie tuvo que abandonar del Departamento de Justicia, pero regresó más tarde como jefe de la sección de narcóticos en Miami, antes de jubilarse en 2018. En el proceso, aprendió una lección que transmite a los jóvenes fiscales: "Cuando disparas a un rey, más vale que tengas una bala grande", dijo.

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Sorpresa por captura de Juan Orlando Hernández

La acusación, que aún no se ha hecho pública, había sido ampliamente esperada después de que se le nombrara como co-conspirador en tres casos en Nueva York, uno de los cuales implicaba a su hermano menor, el excongresista Juan Antonio 'Tony' Hernández, que fue condenado por tráfico de drogas y cargos relacionados con las armas y ahora está cumpliendo una sentencia de cadena perpetua.

El hecho de que Hernández no intentara escapar para evitar su captura en algún momento de las últimas dos semanas tomó a muchos por sorpresa. Los cargos de conspiración para el tráfico de drogas significan que se enfrenta a una posible cadena perpetua, como su hermano.

"Estoy muy sorprendido por este giro de los acontecimientos", dijo Joaquín Pérez, un abogado de Miami que representa a otro político hondureño en un caso relacionado. "Este tipo se va a quedar frito. Cuanto más se acerca al Sol, más se quema", añadió.

"Cuando llegue aquí lo van a poner en una celda de aislamiento, como a [Joaquín] 'El Chapo' [Guzmán]", añadió, en referencia a lo que se conoce como SHU (Unidad de Alojamiento Especial), donde los detenidos son mantenidos separados del resto de la población carcelaria.

Es un giro sorprendente del destino para un líder político conservador que antes era considerado un aliado clave de Washington, especialmente en la política de drogas e inmigración.

"Muchos funcionarios estadounidenses creían realmente en él", dijo Adam Isacson, que sigue de cerca a Honduras en la Oficina de Washington para América Latina.

El principal de ellos era el general John Kelly, ex jefe del Comando Sur de Estados Unidos, que supervisa la cooperación militar estadounidense en América Latina. Kelly también fue jefe del Departamento de Seguridad Nacional bajo el presidente Donald Trump y luego se convirtió en su jefe de gabinete en la Casa Blanca.

"En las reuniones que teníamos, Kelly siempre decía que él (Hernández) compartía nuestros valores y nuestros objetivos y que era un tipo firme", dijo Isacson, recordando cómo Hernández se ganó un elogio especial de la Casa Blanca cuando trasladó la embajada de Honduras en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.

"Tuvieron un romance total con él durante la era Trump", añadió Isacson.

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