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Huracán Helene

El azote de Helene: crece la cifra de fallecidos mientras se conoce más sobre la devastación en Carolina del Norte

El huracán Helene devastó amplias zonas del sureste de EEUU. Causó inundaciones de proporciones "bíblicas" en Carolina del Norte y grandes daños en Florida, Georgia, Tennessee y Carolina del Sur.
Publicado 29 Sep 2024 – 09:48 AM EDT | Actualizado 29 Sep 2024 – 10:04 PM EDT
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El sureste de Estados Unidos afrontaba este domingo un aumento significativo en el número de fallecidos a causa del feroz azote del huracán Helene, la falta de suministros vitales en zonas aisladas afectadas por las inundaciones y la pérdida generalizada de viviendas y propiedades.

La reconstrucción será difícil y larga, advirtieron autoridades. Un condado de Carolina del Norte, que incluye la ciudad montañosa de Asheville, reportó la muerte de al menos 30 personas debido al ciclón, lo que elevó a por lo menos 91 la cifra de fallecidos en los estados del sureste afectados por Helene.

Más temprano, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, había advertido que esperaba un aumento en el saldo de víctimas en su estado a medida que los rescatistas y otros trabajadores de emergencia llegaban a zonas aisladas por carreteras colapsadas, infraestructura fallida e inundaciones generalizadas.

El panorama en zonas como Asheville fue descrito por un funcionario como un lugar con una "devastación (de proporciones) bíblicas".

El gobernador Cooper pidió a los residentes que eviten viajar por las carreteras del oeste de Carolina del Norte, no solo para evitar peligros sino para mantenerlas despejadas para los vehículos de emergencia. Más de 50 equipos de búsqueda se han desplegado por toda la región en busca de personas varadas en zonas a las que no se ha podido acceder.

“Muchas personas están aisladas porque las carreteras son intransitables”, dijo. Se estaban enviando suministros por vía aérea a la región de Asheville, una ciudad enclavada en las montañas del oeste de Carolina del Norte.

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Asheville, una ciudad aislada tras el paso de Helene: la ayuda puede llegar solo por aire


Helene tocó tierra justo en la región del Big Bend de Florida como un huracán categoría 4 el jueves por la noche, con vientos de 140 millas por hora (225 kilómetros por hora). Desde allí, avanzó rápidamente por Georgia, donde el gobernador, Brian Kemp, dijo el sábado que "parece que explotó una bomba" después de ver casas astilladas y carreteras cubiertas de escombros desde el aire.

Luego, como un ciclón debilitado, empapó las Carolinas y Tennessee con lluvias torrenciales, desbordando arroyos y ríos y sobrecargando las represas, antes de disiparse.

"Nunca he visto a tanta gente sin hogar como la que tengo ahora", dijo Janalea England, de Steinhatchee, Florida, una pequeña ciudad a lo largo de la zona rural del Big Bend, mientras convertía su mercado de pescado en un sitio de donaciones para amigos y vecinos que no pudieron obtener un seguro para sus hogares.

Se han producido cientos de rescates acuáticos, ninguno más dramático que en el condado rural de Unicoi, en el este de Tennessee, donde decenas de pacientes y personal fueron rescatados en helicóptero del tejado de un hospital el viernes. Y los rescates continuaron hasta el día siguiente en el condado de Buncombe, Carolina del Norte, donde parte de Asheville quedó bajo el agua.

Se va conociendo más sobre la magnitud del golpe de Helene en Carolina del Norte

Mario Moraga, residente de Asheville, describió como "desgarrador" ver los daños en el vecindario Biltmore Village y dijo que los vecinos han estado yendo casa por casa para ver cómo están los demás y ofrecer apoyo.

"Aquí no hay señal de celular. No hay electricidad", dijo. Este domingo, más de 469,000 clientes continúan sin ese servicio en Carolina del Norte.

Si bien hubo muertes en el condado, el director de servicios de emergencia, Van Taylor Jones, dijo que no estaba listo para informar en detalle, en parte porque las torres de telefonía celular caídas obstaculizaban los esfuerzos para comunicarse con los familiares.

El estado está enviando suministros de agua y otros artículos hacia el condado de Buncombe y Asheville, pero los deslizamientos de tierra en la Interestatal 40 y otras carreteras bloqueadas están impidiendo que los suministros lleguen. Los suministros de agua del propio condado estaban al otro lado del río Swannanoa, lejos de donde vive la mayoría de los 270,000 habitantes del condado de Buncombe, dijeron las autoridades.

Las fuerzas del orden estaban haciendo planes para enviar agentes a los lugares que todavía tenían agua, alimentos o gas debido a informes de posible incidentes violentos entre los residentes de la zona, dijeron autoridades.

La a de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Deanne Criswell, dijo que Carolina del Norte está sufriendo inundaciones históricas, especialmente en la parte occidental del estado. "No sé si alguien podría estar totalmente preparado para la cantidad de inundaciones y deslizamientos de tierra que están experimentando en este momento", dijo en 'Face the Nation' de la cadena CBS.

"Pero tenemos equipos allí desde hace varios días. Vamos a enviar más equipos de búsqueda y rescate", agregó Criswell, quien está recorriendo los estados afectados y el lunes visitará Carolina del Norte.

Inundaciones que describen como de proporciones "bíblicas"

Los equipos de respuesta a emergencias del condado de Buncombe realizaron más de 150 rescates el sábado y dijeron que seguirían trabajando para localizar a los residentes atrapados en condiciones devastadoras. Mientras, funcionarios del condado instalaron más refugios y dirigieron a los residentes a un centro de asistencia familiar para ayudarles a localizar a sus seres queridos.

"Esta es una de las peores tormentas de la historia moderna en partes del oeste de Carolina del Norte", comentó Cooper, en una conferencia de prensa el viernes por la noche.

“Tenemos una devastación bíblica en todo el condado”, declaró por su parte Ryan Cole, subdirector de servicios de emergencia del condado de Buncombe, citado por el diario The Washington Post. “Tenemos inundaciones bíblicas", agregó.

Equipos de búsqueda y rescate de 19 estados y el gobierno federal acudieron para ayudar. Una comunidad, Spruce Pine, se vio sumergida más de 2 pies (0.6 metro) de lluvia desde el martes hasta el sábado.

Y, en Atlanta, cayeron 11.12 pulgadas de lluvia en 48 horas, la mayor cantidad que la ciudad ha visto en dos días desde que se comenzó a llevar un registro en 1878.

En Cedar Key, una isla de apenas unos cientos de habitantes en la costa oeste de Florida, los tejados de las casas fueron arrancados y las paredes abiertas de golpe. "Me rompe el corazón ver esto", declaró a la agencia AFP Gabe Doty, un empleado municipal. "Muchas casas han desaparecido. El mercado ha desaparecido. La oficina de correos ha desaparecido. Es una verdadera tragedia y será difícil reconstruir", comentó.

Helene, una de las tormentas más mortales y dañinas

El presidente Joe Biden dijo el sábado que la devastación de Helene ha sido “abrumadora” y se comprometió a enviar ayuda. También aprobó una declaración de desastre para Carolina del Norte, poniendo a disposición fondos federales para las personas afectadas.

Con al menos 25 muertos en Carolina del Sur, Helene es el ciclón tropical más mortal para el estado desde que el huracán Hugo mató a 35 personas cuando tocó tierra al norte de Charleston en 1989. También se han reportado muertes en Florida, Georgia, Carolina del Norte y Virginia.

Moody's Analytics dijo que habría entre $15,000 millones y $26,000 millones en daños a la propiedad. La estimación preliminar de AccuWeather del daño total y la pérdida económica de Helene es de entre $95,000 millones y $110,000 millones.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que los daños por Helene en el estado son mayores que los de Idalia y Debby, huracanes que azotaron la misma región al sureste de Tallahassee en los últimos 13 meses. "Es un verdadero golpe para esas comunidades", expresó DeSantis en Fox News.


Miles de trabajadores de equipos de servicios públicos llegaron a Florida antes del huracán y para el sábado se restableció la energía en más de 1.9 millones de hogares y negocios. Pero más de 243,000 siguen sin electricidad en ese estado este domingo, más de 680,000 en Georgia, más de 940,000 en Carolina del Sur y cerca de 470,000 en Carolina del Norte.

Helene fue la octava tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que comenzó el 1 de junio. El cambio climático ha exacerbado las condiciones que permiten que estas tormentas prosperen, intensificándose rápidamente en aguas cálidas y convirtiéndose en ciclones poderosos a veces en cuestión de horas.

Con información de AP y AFP.

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