Incendios en California: los damnificados comienzan a poner el foco en el arduo camino hacia la reconstrucción
Aturdidos tras uno de los desastres naturales más destructivos en la historia del sur de California, miles de familias desoladas, dueños de negocios devastados y líderes agobiados en todo el condado de Los Ángeles comienzan a enfrentar otra tarea monumental: reconstruir lo perdido y trazar un camino hacia adelante.
Alex Rosewood y casi toda su familia en Altadena, noreste de Los Ángeles, perdieron sus hogares: su padre, con quien ella y su esposo vivían, así como su tía, su tío y su primo, que vivían al lado.
Entre las pérdidas estaban recuerdos de toda una vida de relaciones familiares: las barajas de la abuela o una colcha que dejó sin terminar, las fotos de su boda o reliquias de su abuelo, que sirvió en la Armada. Desearía haber podido salvar todos esos objetos en su apresurada huida, mientras el humo tornaba el cielo gris y la casa de su primo comenzaba a arder.
A pesar de todo, Altadena sigue siendo su hogar. “Todos planeamos reconstruir, sin duda”, dijo a la AP.
La región, traumatizada, logró pasar el miércoles sin que se iniciara otro gran incendio, después de que los pronósticos advirtieran sobre una nueva ronda de vientos particularmente peligrosos.
Sin embargo, aún cuando siguen ardiendo los dos incendios más grandes, el Palisades y el Eaton, que han causado 25 muertes y destruido más de 12,000 estructuras, las autoridades hablaron el miércoles del enorme desafío que se desplegará durante años: limpiar Altadena, Pacific Palisades y otras comunidades hechas tóxicas cenizas y escombros, para luego reconstruir hogares, restaurantes, escuelas, boutiques, bancos y lugares de culto religioso, todo mientras se busca financiamiento para hacerlo.
Debido a la continua lucha contra los incendios y la probable presencia de residuos peligrosos en las áreas quemadas, muchos residentes seguían este jueves sin poder regresar para ver si quedaba algo de sus hogares. Las pérdidas abarcan desde mansiones con vistas al océano hasta modestas casas que alguna vez dieron la bienvenida a soldados que regresaban de la Segunda Guerra Mundial.
Los incendios golpearon en un momento desafiante, con la ciudad en medio de una transición pospandemia que ha reorganizado la vida laboral y dejado muchos edificios del centro con altos índices de vacantes.
Mientras tanto, se están haciendo planes para acoger los Juegos Olímpicos de 2028 y la región enfrenta quizás la peor crisis de personas sin hogar del país, una prioridad para la alcaldesa Karen Bass, antes de que los incendios comenzaran la semana pasada.
El gobierno aún no ha publicado estimaciones de daños, pero firmas privadas estiman que ascenderán a decenas de miles de millones, y podría convertirse en el desastre por incendios más costoso en la historia de Estados Unidos.
Incendios en California: el debate sobre la reconstrucción
Hablar de reconstrucción puede ser un consuelo para quienes anhelan un regreso a la normalidad, pero muchas cosas permanecen inciertas.
¿Cómo se verán los nuevos vecindarios? ¿Se utilizarán materiales y un diseño resistentes al fuego? ¿Se necesitan carreteras más amplias para permitir evacuaciones más rápidas y un mejor para los camiones de bomberos en futuros incendios?
En las codiciadas colinas costeras, siempre surge el impulso de reconstruir tras los incendios. Ha ocurrido muchas veces; pero también son inevitables las preguntas sobre si tiene sentido seguir reconstruyendo en áreas de alto riesgo, especialmente en esta era de cambio climático.
“Pasará un tiempo antes de que podamos construir algo allí”, dijo Michael Hricak, profesor adjunto de arquitectura en la Universidad del Sur de California, refiriéndose a los químicos peligrosos y los escombros que quedan.
En cuanto a las nuevas construcciones, “no se trata de ser más fuertes que la naturaleza, sino de respetarla y entender los desafíos”. “¿Estamos invitando a otro problema en el futuro?”, se preguntó Hricak.
Un ejemplo de reconstrucción de una comunidad de California arrasada por incendios
La comunidad de Paradise, en el norte de California, donde el incendio forestal más letal del estado mató a 85 personas en 2018, ofrece un vistazo a lo ardua y difícil que puede ser la recuperación y reconstrucción.
Ese incendio destruyó unas 11,000 viviendas, aproximadamente el 90% de las estructuras de la comunidad. Cuatro años después, hasta noviembre pasado, solo se habían reconstruido unas 3,000 casas y apartamentos.
La ciudad, que antes tenía una población de 26,000 habitantes, ha enfrentado altos costos de construcción, seguros caros y la incertidumbre sobre los fondos a pagar a las personas que perdieron sus hogares por parte de Pacific Gas & Electric, que fue declarada responsable de provocar el devastador incendio.
Incendios en California: medidas para agilizar la recuperación
En Los Ángeles, una ciudad conocida por su densa burocracia, Bass emitió esta semana una orden ejecutiva destinada a facilitar la reconstrucción a los residentes.
“Mientras nos preparamos para superar esta emergencia, también debemos empezar a implementar lo necesario para reconstruir”, dijo la alcaldesa el miércoles.
El gobierno federal ya aprobó un gasto de $100 millones para remover pinturas, productos de limpieza, amianto, baterías y otros desechos domésticos de los escombros antes de que las cuadrillas puedan comenzar la limpieza. Robert Fenton Jr., regional de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), calificó el plan como un primer paso para que las personas puedan volver a sus hogares.
En otros lugares, la agencia está distribuyendo asistencia para ayudar a las personas con alojamiento temporal.
Peter Dolan, quien vivía en Santa Mónica, dijo que él y su mejor amigo perdieron sus apartamentos el mismo día. Juntos visitaron el centro de recuperación de desastres para planear sus próximos pasos.
“Esto es lo que tengo”, dijo el hombre de 55 años, señalando su atuendo: una chaqueta de cuero, pantalones cortos y zapatillas, la ropa que llevaba el día en que las llamas llegaron.
Dolan no tenía seguro de inquilino, pero pudo solicitar asistencia de FEMA y cree que recibirá $750 y posiblemente la cobertura de su estadía en un hotel durante unos meses.
Michele Baron y su hija estaban entre las que acudieron a un centro de recuperación en el oeste de Los Ángeles para obtener nuevos certificados de nacimiento y tarjetas de seguridad social.
Baron perdió casi todo cuando su apartamento en Pacific Palisades, donde vivió durante 21 años, se redujo a cenizas. Su hija regresó a la propiedad y rescató un anillo y una pieza de cerámica que hizo de niña.
A pesar del trauma, el plan es quedarse. “Ahora que puedo ir a cualquier lado, no quiero irme”, dijo Baron.
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