Un planeta rocoso gigante pone en duda las teorías de científicos
Un telescopio de la NASA detectó un planeta casi tan grande como Neptuno, pero sus características son tan extrañas que puso en duda algunas creencias científicas.
Al igual que la Tierra, la mayoría de planetas tienen un núcleo sostenido por otras capas, como la atmósfera, especialmente los gigantes gaseosos.
Es complicado observar los núcleos planetarios, ya que están cubiertos. Y, en caso de que la superficie del planeta desapareciera, los núcleos correrían con la misma suerte.
Un telescopio en órbita de la NASA dedicado a detectar de planetas llamado TESS descubrió un objeto estelar gigante que orbita alrededor de una estrella parecida al Sol.
El planeta fue denominado TOI-849b, por TESS Objeto de Interés, y descubrieron que es casi 4 veces más grande que la Tierra, con una densidad parecida y se encuentra a 730 años luz de distancia.
A pesar de ser casi del tamaño de Neptuno, la densidad de TOI-849b indica que en algún momento acumuló capas de hidrógeno y helio; sin embargo, ya no hay rastro de los gases y se puede observar únicamente el núcleo.
Según el estudio, el planeta tiene una órbita de 18 horas y está muy cerca de su estrella, lo cual le da una superficie aproximada de 1500º Centígrados y una de sus caras está fundida.
Una de las teorías propuestas por el equipo de investigación es que el núcleo quedó expuesto porque la cercanía con su estrella eliminó los gases y las posibles formaciones rocosas.
Otra posibilidad es que TOI-849b fuera una formación gaseosa fallida a la que una brecha de polvo cósmico le robó el gas. O también pudo chocar con otros embriones planetarios, lo cual agrandó el núcleo y eliminó su atmósfera.
Cualquiera que sea su explicación, es un descubrimiento inusual porque un planeta de esas dimensiones, en teoría, no podría sostenerse en una órbita tan cercana a su estrella.
Los planetas del tamaño de Neptuno pierden su atmósfera debido a la radiación de su estrella; un fenómeno conocido como ‘desierto neptuniano’.
En caso de que no se trate de un planeta rocoso, sino de un núcleo que expuesto, los científicos tendrán que buscar una explicación de cómo perdió sus capas y cómo es que se sigue sosteniendo.
Por el momento solo hay teorías sobre el descubrimiento de TOI-849b y los científicos tendrán que hacer más observaciones del nuevo planeta para aclarar sus misterios.
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