"Es nuestro momento": la renovada esperanza entre las mujeres por la nominación de Kamala Harris
“Ya era hora”. “Es seria y sin complejos”. “Es nuestro momento”.
Estas fueron algunas de las frases que se escucharon esta semana entre las mujeres que asistieron a la Convención Nacional Demócrata en la que Kamala Harris aceptó oficialmente la nominación del partido para ser candidata presidencial.
La energía transmitida por la vicepresidenta —en contraste con las dudas y el pesimismo que se había apoderado de la campaña en los últimos días de candidatura de Joe Biden que le llevaron finalmente a renunciar a la reelección— no solo ha renovado el optimismo de los votantes demócratas batiendo récords en la recaudación electoral, sino que también ha encendido la esperanza entre las mujeres que creen que, esta vez sí, podrían ver a la primera presidenta de la historia en la Casa Blanca.
Así, durante los días que duró la convención del partido en Chicago, se pudo escuchar a miles de mujeres vitorear “¡No vamos a volver atrás!”, cantar entusiasmadas mientras las delegaciones estatales emitían su voto para Harris y emocionarse escuchando a Hillary Clinton, quien fue la primera mujer candidata a la presidencia de uno de los dos grandes partidos de EEUU, animar a Harris a romper el techo de cristal que ella no pudo conseguir hacer cuando perdió frente a Donald Trump en las elecciones de 2016.
"Juntos hemos puesto muchas grietas al techo más alto y hoy estamos muy cerca a romperlo al fin", destacó la exsecretaria de Estado. "Cuando una barrera se cae para una de nosotras, se cae para todas", señaló en un emotivo discurso.
En las elecciones de este año, de nuevo frente a Trump, millones de mujeres sueñan con que el resultado sea muy distinto al de hace ocho años y que Harris entre en la historia del país como la primera presidenta estadounidense.
La campaña de Harris reaviva el entusiasmo del Partido Demócrata
La ilusión por una posible presidencia de Harris está sacando a un segmento considerable de la población de un estancamiento político, que mira con optimismo la idea de vivir una elección histórica y lograr una alternativa a repetir la era Trump.
De algún modo, está poniendo al país en la cúspide de lo que la ex primera dama Michelle Obama calificó como un “día más brillante” en su discurso de la convención demócrata.
Así, cuando el presidente Biden se retiró de la campaña y respaldó a su vicepresidenta para liderar la candidatura del partido, muchas mujeres encontraron esperanza donde antes habían sentido principalmente temor.
“De la noche a la mañana pasó de la fatalidad a la esperanza”, le dijo a la agencia AP durante la convención Lisa Hansen de Wisconsin, quien lideró un grupo de resistencia a Trump en 2017 como su primera incursión en el activismo político.
“Soy demasiado vieja para no haber visto nunca a una presidenta mujer en Estados Unidos”, dijo Lori Goldman, mujer de Michigan de 65 años, y quien fundó Fems for Dems para elegir a Hillary Clinton en 2016.
“La alegría está volviendo a la política”, dijo Shannon Nash, abogada de California y cofundadora del grupo Tech4Kamala.
Las mujeres republicanas también miran hacia la historia
Sin duda, algunos votantes tenían en mente que la posible primera presidenta de EEUU sería otra.
Nikki Haley impulsó las esperanzas republicanas durante las primarias de su partido, pero su momento se desvaneció después de que su rival Trump calificara a su exembajadora ante Naciones Unidas de “cabeza de chorlito”.
Lisa Watts, una empresaria jubilada de Carolina del Norte, quien asistió a su quinto mitin de Trump esta semana, tenía poco interés en Harris. “No creo que su historial demuestre que está lista para gobernar este país”, dijo.
Las miles de mujeres que abarrotan los mítines de Trump y las decenas de millones más que se espera que voten por él en noviembre, participan del otro lado de la potencial historia.
El expresidente, condenado por el caso ‘Stormy Daniels’ y que aún enfrenta una acusación federal pendiente por presuntamente conspirar para anular las elecciones de 2020 antes del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, se convertiría en el primer criminal condenado en llegar a la Casa Blanca.
Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano, dijo que es “insultante” la idea de que los estadounidenses deberían votar por una mujer por el simple hecho de que haría historia.
“Si alguna vez me dan un trabajo por el hecho de ser mujer y no por méritos o calificaciones, ¿adivinen qué? Rechazaré ese trabajo”, dijo la nuera del expresidente en su pódcast el pasado mes de julio.
Aborto, inmigración y la guerra en Gaza
Para quienes apoyan a Harris, estas elecciones se sienten ahora más alegres, pero también más necesarias y urgentes.
“Tenemos que hacerlo, tomarlo en serio esta vez”, dijo Monique LaFonta, madre de dos niñas gemelas, después de asistir a un mitin de Harris en Milwaukee.
La creación por parte de Trump de una mayoría conservadora en la Corte Suprema que anuló el derecho al al aborto provocó gran indignación entre muchas mujeres que son una fuerza potencialmente influyente en estos próximos comicios.
“Estamos viviendo una situación muy diferente”, dijo Jessica Mackler, presidenta de Emily’s List, un comité que tiene como objetivo ayudar a elegir candidatas demócratas a favor del derecho al aborto para ocupar cargos públicos. Aseguró que Harris no tiene ningún tipo de dudas cuando se trata de defender los derechos reproductivos.
Harris gestiona el hecho de que podría hacer historia como la primera presidenta del país no como un elemento de campaña, sino como una representación objetiva de quién es y ha sido siempre, de forma muy similar a como Barack Obama a menudo dejaba implícita su campaña para los votantes.
En lugar de recordarles a los votantes que la 47ª persona en ocupar la presidencia de la nación podría convertirse en la primera en su historia de más de dos siglos en no ser un hombre, Harris se presenta en cambio con lo que haría en el cargo y cómo lo haría.
Muchos perciben su estilo como una marca de optimismo estadounidense arraigado en las generaciones que la precedieron como una mujer negra y del sur de Asia, hija de inmigrantes (de padre jamaiquino y madre india) que se atrevieron a soñar en EEUU.
No es casualidad que esté haciendo sonar a todo volumen “Freedom” (Libertad) de Beyoncé como su tema de campaña.
Sin embargo, entre los manifestantes que pedían un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás en las afueras de la convención en Chicago, la farmacéutica Fedaa Ballouta dijo que si bien tener a la primera presidenta mujer significaría mucho, espera más. “Deseo que esa mujer sea provida cuando se trata de los palestinos”, aseguró.
La derrota de Hillary Clinton allanó el camino para este momento
Mucho ha cambiado en el panorama político estadounidense desde que Trump entró en escena hace casi una década con su particular estilo y sus criticadas referencias públicas a algunas mujeres.
“Qué mujer tan desagradable”, dijo de su rival demócrata de 2016, Hillary Clinton. A una rival republicana en las primeras le llamó “cara de caballo”, mientras que a una famosa comediante le dijo que era una “cerda gorda”. Incluso se jactó de que, como celebridad, podía “agarrar” a las mujeres por sus partes íntimas y salirse con la suya.
Más de un millón de personas en EEUU y en todo el mundo llenaron las calles en protesta el día después de la investidura de Trump en 2017. Muchas llevaban sombreros rosados con la palabra “pussy” (en referencia a la declaración del magnate sobre las partes íntimas de las mujeres).
En esta campaña Trump ha mantenido la misma línea, tratando de ridiculizar a Harris burlándose de su risa o pronunciando mal su nombre, que significa “flor de loto” en sánscrito.
En muchos sentidos, la derrota de Clinton hace ocho años preparó el escenario para este momento. Fue un revés aplastante que frustró las esperanzas de las mujeres de alinear a EEUU con las principales democracias del mundo que han tenido una mujer al mando.
Angie Gialloreto de Pittsburgh se sintió decepcionada en ese momento. Pero esta mujer de 95 años, que asistió esta semana a su decimotercera convención demócrata, se mantenía firme y esperando que el país lo intente de nuevo. “Es hora”, dijo.
Aumenta la recaudación de fondos para la campaña de Harris
Este entusiasmo entre las mujeres se siente también en los donantes a la campaña de Harris. Su equipo anunció este domingo que ya recaudaron $540 millones desde que anunció su candidatura hace poco más de un mes gracias a un aumento de las donaciones durante la convención celebrada esta semana.
“Justo antes del discurso de aceptación de la vicepresidenta Harris, el jueves por la noche, cruzamos oficialmente la barrera de los $500 millones”, dijo la presidenta de la campaña, Jen O’Malley Dillon. “Inmediatamente después de su discurso, vimos nuestra mejor hora de recaudación de fondos desde el día del lanzamiento”.
Trump también ha demostrado ser un gran recaudador de fondos, pero parece superado en su campaña que ya se prolonga por meses. Su equipo anunció a principios de este mes que habían recaudado $138,7 millones en julio, menos de lo que Harris obtuvo durante la semana inicial de su candidatura a la Casa Blanca. A principios de agosto, la campaña de Trump contaba con $327 millones en efectivo.
O’Malley Dillon dijo que casi un tercio de las contribuciones obtenidas durante la semana de la convención procedían de personas que contribuían por primera vez. Alrededor de una quinta parte de los que contribuyeron por primera vez eran votantes jóvenes y dos tercios eran mujeres, grupos que el equipo de campaña considera fundamentales para que Harris consiga la victoria en noviembre.
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