A seis meses del paso del huracán María, a la crisis palpable en materia de energía, vivienda y migración, se le suman los problemas del sistema educativo. Tras un año en el que se cerraron más de cien escuelas y se fueron decenas de miles de estudiantes, el gobierno ha propuesto una reforma que, para los críticos, convierte la educación en un negocio.