Herederas de las clásicas ficciones detectivescas y el grandioso cine noir, las películas policiales o criminales tuvieron su auge en los 70 y 80, de la mano del llamado Nuevo Hollywood y la llegada de jóvenes directores como Martin Scorsese, Brian De Palma y Francis Ford Coppola, y otros veteranos que se acoplaron, tales como Sidney Lumet, Robert Altman o Hal Ashby.