Heidy Sánchez, madre cubana habitante de Tampa, Florida, fue deportada a su país natal tras una cita con ICE, dejando atrás a su esposo estadounidense y a su hija de 1 año. A pesar de tener el formulario I-220b que le permitía permanecer en EEUU, los agentes no aceptaron su documentación y la separaron de la pequeña sin poder despedirse. "Me la arrancaron de los brazos", recuerda entre lágrimas.
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