Panta Petrovic, el hombre que vivió 20 años aislado en una cueva y salió a vacunarse contra el covid-19

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Casi 20 años atrás, Panta Petrovic convirtió el distanciamiento social en su estilo de vida, al mudarse a una pequeña caverna en Serbia para evitar el o con la sociedad. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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El año pasado, en una de sus visitas al pueblo, el hombre con trenzas y barba larga descubrió que había una pandemia. Pese a su aislamiento, estuvo al tanto sobre la disponibilidad de las covid-19, se inoculó y ahora urge a todos a hacer lo mismo.
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El virus "no escoge, vendrá aquí también, a mi caverna", dijo el hombre de 70 años a la agencia AFP en la montaña boscosa de Stara Planina, en el sur de Serbia. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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A la cueva donde vive Petrovic solo se puede llegar escalando una empinada colina. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Está equipada con una bañera herrumbrada que él utiliza como inodoro, algunas bancas y una paca de heno que le sirve de cama. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Petrovic proviene del poblado vecino de Pirot, donde trabajó como peón en el mercado negro, como lo hizo en el exterior durante algún tiempo. Se casó varias veces, en un estilo de vida que considera "frenético". Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Este amante de la naturaleza gradualmente descubrió que aislarse de la sociedad le brindaba una libertad que no conocía antes.
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"Yo no era libre en la ciudad. Siempre hay alguien en tu camino, se discute con la esposa, los vecinos o la policía", declaró Petrovic a AFP mientras pelaba unos vegetales para su almuerzo. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Petrovic suele alimentarse de hongos y pescado que saca de una quebrada cercana, pero también baja a la ciudad en busca de sobras en los basureros. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Sus visitas a la ciudad se han vuelto más frecuentes últimamente.

Después de que los lobos mataron a algunos de los animales que tenía cerca de la caverna, Petrovic decidió trasladarlos a una choza que levantó en las afueras del pueblo donde cree que estarán a salvo.
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Tenía varias cabras, gallinas, unos 30 perros y gatos y su favorita, una jabalí adulta llamada Mara. Cuando Petrovic la encontró hace ocho años era una cerdita atrapada en los arbustos, y la cuidó hasta que se recuperó.
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Ahora el animal pesa alrededor de 200 kilos, juega en la quebrada y come manzanas de la mano de Petrovic. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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"Ella es todo para mí, la amo y ella me escucha. No hay dinero que pueda comprar algo así, una verdadera mascota", comentó. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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También tiene tres gatitos cuya madre fue matada por un lobo, y ahora los alimenta con una jeringa. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Petrovic recibe asistencia social, pero también depende de donaciones de alimentos y suministros para los animales.
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Cuando las vacunas estaban disponibles, se arremangó y se la puso. Petrovic dijo no entender las quejas que hacen algunos escépticos, y asegura creer en un proceso que busca erradicar las enfermedades.
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"Quiero recibir las tres dosis, incluida la adicional, llamo a todos los ciudadanos a vacunarse, cada uno de ellos", expresó. Crédito: OLIVER BUNIC/AFP via Getty Images

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Mira también: Algunos padres aseguraron que les da un poco de tranquilidad que el Distrito Escolar de Los Ángeles le pidió a todo el personal que estuviera vacunado contra el coronavirus antes del regreso a clases presenciales. Los acudientes tuvieron que mostrar un pase electrónico que comprobara que los alumnos habían salido negativos por covid-19, un requisito semanal para seguir asistiendo a las aulas. Más noticias aquí.