Retratos de una nueva oportunidad: Cory Cortés

“Puedes dañar tu vida completamente, salir de eso y cambiar. Sólo hay que querer esa segunda oportunidad. Y luchar para no perderla”.
Después de casi 11 años en prisión —o 126 meses, como él mismo aclara— Cory Cortés, recuperó su libertad y dice haberse transformado. “El cambio empieza en uno. Tienes que quererlo. Si uno no quiere cambiar, no va a cambiar. Y nadie lo va a hacer por ti”, asegura. “Pasé tantas cosas cuando era un niño que, cuando fui a la prisión, me adapté rápido. Y al salir, me adapté rápido. Lo más difícil ha sido reconectar con la gente”. Su familia, su novia y amigos fueron fundamentales, comenta. También meditar, pensar positivo, conectar con su yo interior. “Cambié la mentalidad, el trato a las demás personas, aprendí a respetar y dar amor”, cuenta. “Ahora no pienso mucho en el futuro, estoy disfrutando la vida. Aprecio las cosas más pequeñas”. Trabaja como entrenador personal, un oficio que le gusta porque, según afirma, le permite enseñarle a la gente a ser más saludable. “Esa es la vida, ayudar a los demás”.
* Los testimonios de Retratos de una nueva oportunidad fueron recogidos y editados por Ana María Carrano, María Gabriela Méndez, Olivia Liendo y Tamoa Calzadilla, bajo la coordinación de Olivia Liendo y Ana María Carrano.
Ir a la página de inicio del libro Retratos de una nueva oportunidad.