Reduce dulces y refrescos: su consumo se relaciona con enfermedades hepáticas
La enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) es la acumulación de grasa en ese órgano vital que no se debe a un consumo excesivo de alcohol, y suele estar asociada con el sobrepeso.
Aunque la fructosa es un azúcar natural que se encuentra en la fruta, algunas verduras, la miel y muchas dietas saludables, también es un ingrediente del jarabe de maíz de alta fructosa. Este se mezcla con el almidón de maíz para crear productos poco saludables como los refrescos y los dulces.
Estudios anteriores ya habían indicado que trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes. Estas dos afecciones son también dos de las principales causas de la EHGNA.
Una de cada cuatro personas tiene acumulación crónica de grasa en el hígado
Se calcula que el 24% de la población adulta de EEUU tiene una acumulación crónica de grasa en el hígado. A diferencia de otras formas de la enfermedad, esta no está relacionada con el consumo de alcohol.
Si no se trata ni se ponen en marcha cambios en el estilo de vida, la EHGNA puede acabar causando daños en el hígado y resultar mortal. No hay medicamentos que puedan tratar la enfermedad del hígado graso, por lo que la pérdida de peso, la dieta y el ejercicio son las principales opciones para los pacientes.
"La EHGNA es un problema grave y está aumentando en la población”, señaló Theodore Friedman, autor del estudio y profesor de la Universidad Charles R. Drew, en un comunicado de prensa.
Los hispanos de origen mexicano corren mayores riesgos
El nuevo estudio, que se presentó en la reunión anual de la Sociedad Endocrina de EEUU, que se celebró en Atlanta (Georgia) la semana pasada, examinó a 3,292 participantes inscritos en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2017 a 2018. Los investigadores encontraron que casi la mitad (48%) de los estadounidenses de origen mexicano y los negros no hispanos (44%) se encontraban entre los que consumían las mayores cantidades de fructosa en los EEUU. Sólo uno de cada tres blancos no hispanos consumía altas cantidades de fructosa.
Los investigadores descubrieron también que la mayor prevalencia de casos de EHGNA se da entre los estadounidenses de origen mexicano que consumen las mayores cantidades de fructosa. De hecho, los médicos diagnosticaron con esta dolencia al 70% de los adultos mexico-americanos que consumían fructosa con regularidad.
"Descubrimos que, al ajustar los datos demográficos y los factores de comportamiento (tabaquismo, consumo moderado de alcohol, calidad de la dieta y actividad física), el consumo elevado de fructosa se asociaba a una mayor probabilidad de padecer este trastorno entre la población total y los estadounidenses de origen mexicano", dijo Friedman.
Los investigadores descubrieron además que, entre todos los grupos étnicos, los que tenían un mayor consumo de fructosa eran más propensos a padecer NAFLD.
Entre los participantes, el 31,3% se encontraba en el grupo de consumo "moderado" de fructosa, y el 35,5% en el grupo de consumo elevado.
¿De dónde procede el consumo de fructosa?
De acuerdo con el estudio, estas son las principales fuentes:
- 29% de productos de panadería, pasta y otros cereales
- 28% de frutas y artículos que contienen fruta
- 16% de edulcorantes, condimentos y salsas
- 16% de refrescos