Cómo unas visas especiales han generado una "guerra civil" entre seguidores de Trump
Una disputa en internet entre facciones de los partidarios de Donald Trump sobre la inmigración y la industria tecnológica ha hecho públicas las divisiones internas de su movimiento político, anticipando las fisuras y opiniones contradictorias que su coalición podría llevar a la Casa Blanca.
La ruptura puso de manifiesto las tensiones entre el flanco más nuevo del movimiento de Trump, conformado por los ricos del mundo de la tecnología, entre ellos el multimillonario Elon Musk y el empresario Vivek Ramaswamy, y su petición de atraer más trabajadores altamente cualificados en su sector, contra la gente de la base de ‘Make America Great Again’ de Trump que defendió sus políticas de inmigración de línea dura.
El debate se inició esta semana cuando Laura Loomer, una provocadora de derechas con un historial de comentarios racistas y conspiranoicos, criticó la selección por Trump de Sriram Krishnan como asesor en política de inteligencia artificial en su próxima istración. Krishnan está a favor de la posibilidad de traer más inmigrantes cualificados a Estados Unidos.
Loomer declaró que esa postura “no es la política de America First” y dijo que los ejecutivos tecnológicos que se han alineado con Trump lo hacían para enriquecerse.
Sin embargo, este sábado, en una entrevista con The New York Post, el presidente electo pareció ponerse del lado de sus asesores Musk y Ramaswamy, al asegurar que "siempre me han gustado las visas, siempre he estado a favor de las visas".
“Tengo muchas visas H-1B en mis propiedades. He sido un creyente en H-1B. Lo he usado muchas veces. Es un gran programa”, sentenció Trump en su conversación telefónica con el tabloide neoyorquino.
Gran parte del debate tuvo lugar en la red social X, de la que Musk es propietario.
El debate en internet que dejó entrever las diferencias entre los partidarios de Trump
Los comentarios de Loomer provocaron un tira y afloja con el capitalista de riesgo y antiguo ejecutivo de PayPal David Sacks, a quien Trump ha designado “zar de la Inteligencia Artificial y las criptomonedas de la Casa Blanca”. Musk y Ramaswamy, a quien Trump ha encomendado la tarea de encontrar formas de recortar el gobierno federal, intervinieron defendiendo la necesidad de la industria tecnológica de traer trabajadores extranjeros.
Se convirtió en un debate más amplio, con más figuras de la derecha dura opinando sobre la necesidad de contratar trabajadores estadounidenses, si los valores de la cultura estadounidense pueden producir los mejores ingenieros, la libertad de expresión en Internet, la nueva influencia de las figuras tecnológicas en el mundo de Trump y lo que representa su movimiento político.
Trump tardó varios días en pronunciarse sobre el desacuerdo. Originalmente, su equipo de transición presidencial no respondió preguntas sobre su posición respecto a esos visados para trabajadores altamente cualificados.
Su equipo envió un enlace a un post en X de Stephen Miller, asesor del futuro mandatario y partidario de la línea dura en materia de inmigración, que era una transcripción de un discurso que Trump pronunció en 2020 en el Monte Rushmore en el que elogiaba a figuras y momentos de la historia estadounidense.
La influencia que Musk podría tener en Trump para conseguir sus objetivos
Musk, el hombre más rico del mundo que se ha acercado notablemente al presidente electo, fue una figura central en el debate, no solo por su estatura en el movimiento de Trump , sino por su postura sobre la contratación de trabajadores extranjeros por parte de la industria tecnológica.
Las empresas tecnológicas afirman que los visados H-1B para trabajadores cualificados, utilizados por ingenieros de software y otros profesionales del sector tecnológico, son fundamentales para cubrir puestos difíciles de cubrir, pero sus detractores afirman que perjudican a los ciudadanos estadounidenses que podrían ocupar esos puestos. Algunos de la derecha han pedido que se elimine el programa, no que se amplíe.
Musk, sudafricano de nacimiento, obtuvo en su día un visado H-1B y defendió la necesidad de la industria de incorporar trabajadores extranjeros.
“Hay una escasez permanente de excelentes talentos en ingeniería”, dijo en una publicación. “Es el factor limitante fundamental en Silicon Valley”.
Las promesas de Trump sobre migración que tensan el panorama
Las propias posiciones de Trump a lo largo de los años han reflejado la división de su movimiento.
Sus duras políticas de inmigración, incluida su promesa de una deportación masiva, fueron fundamentales para su campaña presidencial ganadora. Se ha centrado en los inmigrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos, pero también ha buscado frenos a la inmigración legal, incluidos los visados basados en la familia.
Como candidato presidencial en 2016, Trump calificó el programa de visados H-1B de “muy malo” e “injusto” para los trabajadores estadounidenses. Tras convertirse en presidente, Trump emitió en 2017 una orden ejecutiva “Buy American and Hire American” (Compra productos estadounidenses, contra a estadounidenses), que ordenaba a los del gabinete sugerir cambios para garantizar que los visados H-1B se concedieran a los solicitantes mejor pagados o más cualificados para proteger a los trabajadores estadounidenses.
Las empresas de Trump, sin embargo, han contratado a trabajadores extranjeros, incluidos camareros y cocineros en su club Mar-a-Lago, y su empresa de medios sociales detrás de su aplicación Truth Social ha utilizado el programa H-1B para trabajadores altamente cualificados.
Durante su campaña a la presidencia en 2024, cuando hizo de la inmigración su tema estrella, Trump dijo que los inmigrantes en el país de forma ilegal están “envenenando la sangre de nuestro país” y prometió llevar a cabo la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos.
Pero en un marcado alejamiento de su habitual mensaje alarmista en torno a la inmigración en general, Trump dijo este año en un podcast que quiere dar residencia automáticas a los estudiantes extranjeros que se gradúen en universidades estadounidenses.
“Creo que deberías obtener automáticamente, como parte de tu diploma, una ‘green card’ para poder quedarte en este país”, dijo en el podcast ‘All-In’ con gente del mundo del capital riesgo y la tecnología.
Esos comentarios se produjeron en la cúspide de la incipiente alianza de Trump con figuras de la industria tecnológica, pero no convirtió la idea en parte habitual de su mensaje de campaña ni detalló ningún plan para llevar a cabo tales cambios.
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