El recinto del Capitolio, sede de las dos cámaras del Congreso de EEUU, vuelve a estar rodeado por vallas como medida de precaución ante la protesta convocada para este sábado 18 de septiembre por seguidores del expresidente de Donald Trump y la ultraderecha bajo el lema del asalto a la sede legislativa el pasado 6 de enero. La Policía del Capitolio ha detallado esta semana cómo será el operativo para evitar nuevos incidentes. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
Nueve meses después del asalto del 6 de enero, que dejó cinco muertos y 600 detenidos, la Policía del Capitolio asegura que está mucho más preparada para contener una insurrección de esas dimensiones de lo que lo estaba entonces. También está siendo clave el trabajo entre agencias para compartir y analizar información sobre posibles ataques. Crédito: Drew Angerer/Getty Images
El jefe de policía del Capitolio, Thomas Manger, se reunió esta semana con los líderes del Congreso para explicarles con detalle las medidas de seguridad y los protocolos diseñados para que la protesta del sábado no vaya más allá de una manifestación pacífica. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
Uno de los temores que han expresado las autoridades es que la protesta se convierta en un punto de encuentro de grupos descontentos con el gobierno de Joe Biden -ultraderechistas, pero también antivacunas o antimascarillas- y alguno de esos colectivos, aunque no sean parte de los convocantes, desencadenen disturbios violentos. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
"Estamos aquí para proteger el derecho de todos a la protesta pacífica recogido en la primera enmienda. Urgimos a quien esté pensando en causar problemas que se quede en casa. Haremos cumplir la ley y no toleraremos la violencia", dijo a la prensa el jefe de la Policía del Capitolio, Thomas Manger. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
Aunque las medidas de seguridad que siguieron al asalto al Capitolio se fueron relajando con los meses, la sede del Congreso ha continuado siendo escenario de incidentes. El último, este lunes, cuando la policía detuvo a un hombre que dijo ser un supremacista blanco cerca del edificio legislativo y de la sede del partido Demócrata. Donald Craighead, de 44 años, llevaba una bayoneta y un machete, armas prohibidas en Washington DC. Se desconoce si estaba en la ciudad para participar en la protesta del sábado.
Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
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"Área cerrada", puede leerse en las vallas que de nuevo cercan la sede del Congreso de EEUU. La Policía del Capitolio asegura que se trata de una medida temporal ante la protesta de este sábado y que se retirarán enseguida en los días posteriores al evento. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
El organizador principal de la protesta del sábado es Matt Braynard, un asesor del ahora expresidente Donald Trump (2017-2021), quien estima que la participación llegará a 700 personas. Todavía se desconoce si acudirán de los grupos de ultraderecha más radicales, como los Proud Boys y los Oath Keepers, quienes sí estuvieron en la protesta que derivó en el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero, cuando una turba de seguidores de Trump irrumpió en la sede del Congreso para impedir la ratificación de la victoria en las elecciones de noviembre de 2020. Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
Las nuevas medidas de seguridad son visibles para cualquiera que se acerque al área del Capitolio, pero menos imponentes que la valla metálica de color negro y 2,4 metros de alto que durante los seis primeros meses tras el asalto restringió el paso de vehículos y peatones a la sede del Congreso de EE.UU., que hasta entonces se había enorgullecido de estar abierto a todos los ciudadanos estadounidenses.
Crédito: Anna Moneymaker/Getty Images
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