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Guerra comercial

El economista citado por Trump para justificar su "guerra comercial" explica en qué se equivoca la Casa Blanca

La doble sorpresa del economista español Pau Pujolàs cuando supo que la Casa Blanca citó su trabajo para justificar su "guerra comercial": ser citado (correctamente por el gobierno de EEUU, pero que no se entendiera que su investigación explica que esos son escenario a evitar, por tentadores que puedan resultar.
Publicado 19 Abr 2025 – 10:36 AM EDT | Actualizado 20 Abr 2025 – 09:25 AM EDT
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Pau Pujolàs es un economista español, profesor de la Universidad McMaster de Ontario, Canadá, que disfruta su vida académica y que lo que quiere al final del día, dice, es regresar a su casa a jugar con sus hijas.

Pero esa dinámica se le ha visto algo alterada con la fama que ha adquirido, para su aparente disgusto, luego de que un trabajo que publicó el año pasado con Jack Rossback, de la Universidad de Georgetown en Qatar, fuera usado por la Casa Blanca de Donald Trump para justificar la guerra arancelaria que el gobierno estadounidense amenaza con desatar.

Desde entonces, Pujolàs se ha embarcado en una ronda de entrevistas y consultas de medios que buscan saber qué tomó la Casa Blanca de su trabaja titulado 'Guerras comerciales con déficits comerciales' para explicar su polémica y hasta ahora errática política comercial.

Y aunque el economista dice que la cita que hace el gobierno estadounidense de sus hallazgos es correcta advierte que lo que dice su escrito es justamente lo contrario a lo que se está aplicando desde Washington porque, asegura, "toda guerra comercial es mala".

Esta es la conversación que tuvo Univision Noticias con Pujolàs vía videoconferencia y que ha sido ligeramente editada para facilitar su lectura.

Univision Noticias: ¿Cuál es el malentendido, o cuál es la cita errónea o mal hecha de la Casa Blanca con respecto a su paper?

Pau Pujolàs: No es que tengan nada mal hecho, en el sentido de que entendieron el punto del artículo. Si usted se lee lo que dice Steven Miran (el jefe del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca) sobre nuestro artículo, es correcto. Tiene un párrafo en su discurso en el que habla de nuestro paper, de nuestros resultados y dice exactamente lo que dice nuestro artículo. El problema es que lo que se hace luego no tiene nada que ver con el artículo y además el artículo lo que dice es: ‘ojo, que los déficits pueden ser una una tentación añadida a empezar una guerra comercial’. Todos sabemos que una guerra comercial es mala. Y lo que el artículo dice es que esto es una tentación que nadie había visto, que no se había estudiado si el déficit y una guerra comercial iban de la mano y nosotros lo hicimos. Luego, esto se puede utilizar de dos formas, ¿no? Se puede utilizar de la forma que a mí me gustaría, que sabiendo que una guerra comercial es mala y sabiendo que un déficit puede causar una guerra comercial, pues las organizaciones multilaterales del OMC (Organización Mundial de Comercio) o el FMI (Fondo Monetario Internacional), lo tengan en cuenta y que lo sepan y que hagan algo al respecto, ¿no? No de matar los déficits, que los déficits está bien que estén, sino para prevenir una guerra comercial.
La otra cara de la moneda es decir: ‘¿Ves? Como un déficit comercial me da alas y me tienta a empezar una guerra comercial, pues la empiezo, ¿no?’. Son la misma ciencia pero te da pie a dos cosas distintas. Una es buena y la otra no necesariamente lo es. En los descubrimientos de verdad pasa lo mismo. Descubrieron la radiación y una cosa buena es curar el cáncer, una cosa mala es tirar una bomba atómica. Pues a escala muy reducida es lo mismo. Descubrimos que el déficit puede dar alas a una guerra comercial: pues evitar que empiecen guerras comerciales es lo bueno y utilizarlo como justificación para empezar guerras comerciales es lo malo.

UN: No podemos decir entonces que hay guerras comerciales más justificadas que otras o mejores que otras. En el caso de Estados Unidos y China específicamente hay un déficit comercial muy grande, lo cual incentiva a Estados Unidos a imponer aranceles. Pero tú mismo has dicho que son una animalada, creo que es la palabra que usaste recientemente, lo que está haciendo Trump, ¿no?

PP: Sí, no tiene ningún sentido. Eh, utilizar una excusa de este estilo para para empezar una guerra comercial es una mala idea. ¿Por qué no es bueno empezar una guerra comercial? Porque haces que tus ciudadanos tengan que pagar más por lo mismo o directamente que no tengan a los productos que tenían. Haces que la otra parte sea más pobre porque no pueden vender sus productos. Pero es que además va a haber empresas que van a van a verse marginalmente beneficiadas por eso, pero eso es malo. Son las empresas que no quieres, que hacen productos de baja calidad, que es demasiado cara. Lo último que quieres es que esta empresa siga, que sus trabajadores vayan a una empresa buena. Lo que va a pasar con la guerra comercial, con los aranceles, es que se va a proteger a unas empresas malas. Los productos van a ser caros, es que no hay ganadores, es una muy mala idea.

UN: Una pregunta para entender un poco la cosa fundamental, el déficit comercial de Estados Unidos bilateral con China, pero en general el déficit comercial de Estados Unidos ¿es una mala cosa para el país necesariamente?

PP: Un déficit comercial no es malo. Eso es una cosa que Trump lleva diciendo muchas veces, que un déficit comercial es malo, como si hubiese algo malo de por sí en un déficit comercial. Esto no es verdad. Un déficit comercial no es ni bueno ni malo, es sencillamente una cosa que pasa. En el momento en el que hay más de un país en el mundo va a haber un déficit comercial. Los déficits comerciales entre países son normalísimos, no son malos. Lo que es malo es una guerra comercial. Y este es el vínculo que nosotros hicimos en el artículo, es decir, cuando hay déficits comerciales, esto va a dar alas, va a tentar a países a quizás empezar guerras comerciales. Ojo, mirémonoslo bien y entendamos cómo evitar que haya una guerra comercial, no cómo evitar que haya un déficit. Un déficit no es ni bueno ni malo, ni todo lo contrario.

UN: Esta guerra comercial incipiente, ¿lo más probable es que nos conduzca a una recesión? ¿Crees que sí, que no? ¿Es inevitable? ¿Cómo lo ves?

PP: A mí me gustaría mucho tener una bola de cristal y decirle: ‘Mira, ¿sabes lo que va a ocurrir el mes que viene, pum?’. No lo sé. Lo que sí sé, lo que sí sabemos los economistas, es que las empresas de todos los países del mundo lo que quieren son políticas que sean muy previsibles, ¿no? Que sepan seguro si mañana van a poder vender o no van a poder vender y si el gobierno va a meter unas sanciones o no. Lo que los trabajadores quieren saber es si el mes que viene van a tener su paga o no, si van a tener trabajo o no van a tener trabajo, ¿no? Eso sí que lo sabemos. Entonces, ¿qué pasa si no se sabe qué va a pasar el mes que viene? Si eres una firma y estás pensando: ‘Quizás hago una inversión, quizás no hago una inversión, quizás abro un nuevo mercado en este país, en aquel país’. Si de golpe el presidente del país empieza a decir que va a poner aranceles, que no, que sí, que no, entonces no voy a hacer nada. Voy a quedarme quieto y voy a decir: ‘Bueno, esperémonos a que todo esto se calme y a poder tener previsibilidad. Tengo que abrir una nueva planta. Este mes, no, ya se verá’. ¿No? Si eres un trabajador es la misma historia. Si yo no sé si el mes que viene tengo un sueldo y tengo que rehacer el baño, pues no lo voy a hacer. Si me tengo que comprar un coche, pues no me lo voy a comprar. Si tengo ganas de irme a cenar a un restaurante, no lo voy a hacer. ¿Por qué? Porque es que no sé si el mes que viene voy a tener dinero trabajando y si no lo sé, pues voy a evitarlo. A raíz de esto, ¿qué pasa? Que las empresas no van a hacer las inversiones y van a contratar al personal que normalmente contratarían y las inversiones que harían. Y los trabajadores no se compran el vehículo, no se hace la renovación, no se va al restaurante. Entonces, solamente por el hecho de que haya esta ambigüedad, ese no saber qué va a pasar el mes que viene, eso es suficiente para causar una recesión. Y esto es terrible. Esto es terrible.

UN: Se está hablando mucho de lo que pasó en los años 30 con los aranceles que se impusieron y que según muchos lo que hicieron fue agravar la gran recesión que se produjo, la gran depresión que vino después. Esa comparación, ¿crees tú que es válida?

PP: Mira, tengo un artículo (no este que me ha hecho famoso por alguna razón), tengo otro que publicamos en agosto con otros coautores donde lo que hacemos es exactamente eso. Dijimos: ‘Bueno, como parece que hay toda esta gente que le gusta hablar de aranceles y de bloqueo al comercio, ¿qué pasaría si comparamos lo que ocurrió en el 30, lo que le llamamos el inter war trade collapse, que es el colapso comercial de entre guerras, con el mismo tipo de choque hoy’. Y lo que encontramos es que por una cuestión de que se comercia mucho más, por una cuestión de que las economías están mucho más ajuntadas y se necesita mucho más del vecino, el mismo tipo de choque comercial ahora va a generar costes tres o cuatro veces más grandes. El artículo salió publicado en el International Economic Review en el mes de agosto de 2024, una de las mejores publicaciones de economía del mundo.

UN: ¿Cómo crees que que se puede salir de esta situación? Porque ahora la situación es bastante complicada para los dos. Ninguno que quiera salir puede salir elegantemente. ¿Cómo crees que se podría salir o cuál sería una posible salida?

PP: Yo no lo sé. Esto ya deberías hablar con gente que haga más cosas de negociación. Esto se parece mucho a lo que se llama el juego del de la gallina, ¿no? Que los dos saben que lo que están haciendo es malo, pero todos son muy machitos y quieren aguantar hasta el final. No sé cómo se sale de esta. A mí como me gustaría que se saliera de esta es que nos juntamos todos, nos bajamos un poco del burro, di aranceles cero entre todos. Sí, firmamos y seguimos viviendo. Creo que esto no pasará, pero no tengo ni idea.

UN: Pero hay una instancia, la OMC , por ejemplo, que sirve para algo en estas circunstancias. ¿Podría ser un lugar donde ese diálogo se produzca o ya perdió autoridad y perdió vigencia?

PP: En origen, esta era la idea, ¿no? En origen, la idea del GAT (siglas en inglés del Acuerdo General de Aranceles) y de la OMC era un poco sentar a las partes en la mesa de negociación y bajarse los aranceles y las barreras comerciales. Claro, pero no tienen autoridad. O sea, la OMC puede venir a tu país y decir lo que quiera. No hay ningún país que haya dado la soberanía arancelaria a la OMC y creo que ningún país lo hará nunca. Este tipo de políticas siempre son pensando en que si todos en el mundo somos un poco amigables, entendemos que es mejor para todos, esta organización puede aparecer allí para evitar desviaciones, pero en el momento en el que una parte dice: ‘Mira, a mi me da igual lo que haga la OMC’, pues pierde toda la autoridad.


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