Caos y violencia en el Capitolio: la foto que muestra un EEUU nunca visto

Personal de seguridad del Congreso de Estados Unidos apunta con sus armas de servicio hacia una puerta de al salón de sesiones de la Cámara de Representantes que está siendo forzada por partidarios del presidente Donald Trump.
La toma del Capitolio, un hecho jamás registrado en la historia política estadounidense, fue llevada a cabo por seguidores del mandatario, quienes rechazan la derrota del mandatario en las elecciones del 3 de noviembre, comicios que fueron ganados por el demócrata Joe Biden.
Los graves incidentes ocurrieron en momentos que el Congreso celebraba una sesión conjunta para ratificar la victoria de Biden por el Colegio Electoral con 306 votos frente a 232 del republicano.
Previo al asalto por parte de hordas portando banderas estadounidenses pintadas con la propaganda de campaña de Trump, el mandatario pronunció un discurso en el Washington Mall, donde prometió a miles de sus seguidores que “nunca aceptaremos la derrota”.
La convocatoria
En la víspera, el mandatario azuzó a sus seguidores a través de su cuenta de la red social Twitter para decirles que Washington estaba siendo inundado por personas que no querían ver que "los demócratas radicales de izquierda" se robara una victoria electoral.
La negativa de Trump de reconocer su derrota ha llevado al país a una crisis sin precedentes. El propio Trump pidió a sus seguidores -tras estos incidentes- regresar de donde vinieron y evitar la violencia, insistiendo nuevamente que él ganó sin mostrar ninguna evidencia.
Poco antes del asalto Trump volvía a pedirle al vicepresidente Mike Pence que bloqueara el acto que proclama a Biden presidente en la sede del Capitolio. Pero Pence respondió, por medio de un comunicado, que su juramento de "proteger y defender la Constitución" le impedía asumir la autoridad unilateral para determinar qué votos electorales debían contarse y cuáles no.
Poco después el líder de la mayoría repeublicana del Senado, Mitch McConnell, alertó a sus compañeros de bancada de los peligros de negarse a certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre, aludiendo a un riesgo "mortal" para la democracia.
Trump reaccionó furioso a la declaración del vicepresidente: “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger nuestro país y nuestra Constitución, dando a los estados la oportunidad de certificar un conjunto de hechos corregidos, no los fraudulentos o inexactos que se les pidió que certificaran previamente. ¡Estados Unidos exige la verdad!”, escribió.
Quince minutos después de aquel mensaje y cuando las cadenas de televisión transmitían en vivo las imágenes del asalto al Congreso por parte de los partidarios del presidente, Trump colgó otro mensaje diciendo: “Por favor, apoye a nuestra policía del Capitolio y a las fuerzas del orden. Realmente están del lado de nuestro país. ¡Mantente en paz!”.
En otro mensaje el mandatario busca retomar el liderazgo de un partido que le ha dado la espalda en su frenético rechazo a la derrota del 3 de noviembre:
“Pido a todos en el Capitolio de los Estados Unidos que permanezcan en paz. ¡Sin violencia! Recuerde, NOSOTROS somos el Partido de la Ley y el Orden: respete la Ley y a nuestros grandes hombres y mujeres de Azul. ¡Gracias!”
La Guardia Nacional fue activada en Washington DC y se ha declarado un toque de queda.