Entran en vigor los aranceles al acero y aluminio impuestos por Trump: la Unión Europea y Canadá toman represalias
Los aranceles del 25% ordenados por el presidente Donald Trump para el acero y aluminio entraron en vigor este miércoles y la Unión Europea respondió de inmediato con medidas que buscan tener un impacto equivalente.
Horas después, un funcionario canadiense dijo a la agencia AP que Canadá también implementaría aranceles en represalia.
Trump, partidario de una política de comercio internacional aislacionista en aras de su "Estados Unidos primero", prometió en febrero gravar estos dos metales y sus derivados sin excepciones, incluyendo por tanto a Canadá y México, sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
De hecho, el martes, Trump había anunciado que duplicaba el arancel a las importaciones de acero y aluminio de Canadá, hasta un 50%, como reacción al anuncio del primer ministro de Ontario de subir un 25% las tasas a la electricidad que proveen a más de un millón de s estadounidenses en Michigan, Minnesota y Nueva York.
Pero tras la marcha atrás de Ontario, la Casa Blanca decidió finalmente no duplicar los aranceles para el acero y aluminio canadienses, como había amenazado.
Estas medidas, en virtud de una orden ejecutiva firmada el mes pasado, son parte de un esfuerzo más amplio para perturbar y transformar el comercio global. El presidente de Estados Unidos también impuso aranceles por separado a Canadá, México y China, y también tiene previsto gravar las importaciones desde la Unión Europea, Brasil y Corea del Sur con tasas “recíprocas” a partir del 2 de abril.
La respuesta de Europa a los aranceles de Trump al acero y el aluminio
La Unión Europea (UE) respondió a primera hora de este miércoles con la renovación de aranceles a productos estadounidenses que había adoptado en 2018 y 2020 y que había dejado posteriormente sin efecto. Completó esas medidas con un nuevo paquete de aranceles contra productos industriales y agrícolas estadounidenses, que entrarán en vigor el 1 de abril.
"Creemos firmemente que en un mundo lleno de incertidumbres geopolíticas y económicas, no es de interés común sobrecargar nuestras economías con aranceles", apuntó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al leer un comunicado.
Las contramedidas de la UE afectarán a bienes estadounidenses por valor de unos 28,000 millones de dólares, y no solo a acero y aluminio, sino también textiles, electrodomésticos y productos agrícolas. Las motocicletas, el bourbon, la mantequilla de maní y los jeans se verán afectados, como ya ocurrió durante el primer mandato de Trump.
El bloque comercial más grande del mundo esperaba los aranceles estadounidenses y se preparó con antelación, pero las medidas siguen ejerciendo una gran presión sobre las ya tensas relaciones transatlánticas. El mes pasado, Washington advirtió a Europa que en el futuro tendrá que encargarse de su propia seguridad.
La Comisión gestiona los conflictos comerciales en nombre de los 27 Estados miembro.
Por su parte, Reino Unido, que no forma parte de la UE, dijo que no impondrá medidas de represalia propias contra Estados Unidos por el momento. El gobierno británico calificó la decisión de Washington sobre los aranceles a las importaciones globales de acero y aluminio como “decepcionante”.
"Nos concentramos en un enfoque pragmático y negociamos rápidamente un acuerdo económico más amplio con Estados Unidos para eliminar los aranceles suplementarios", declaró el secretario de estado de Comercio, Jonathan Reynolds, aunque no descartó futuros aranceles.
La respuesta de Canadá
Canadá anunciará aranceles de represalia que ascienden a 21,000 millones de dólares estadounidenses, según dijo bajo anonimato a la agencia AP un alto funcionario del gobierno de ese país.
Canadá es el mayor proveedor extranjero de acero y aluminio a Estados Unidos.
¿Cuáles serán los países más afectados por los aranceles de Trump al acero y aluminio?
El país más afectado por los aranceles estadounidenses será Canadá, origen de la mitad de las importaciones de aluminio y el 20% de las de acero, según la consultora EY-Parthenon.
En el caso del aluminio, los Emiratos Árabes Unidos, Corea del Sur, Baréin y China, que representan cada uno entre el 3% y el 6% de las importaciones estadounidenses, también sufrirán las consecuencias.
Brasil, India, Argentina y México abastecen el mercado en menor medida, pero "aun así podrían sufrir interrupciones en la cadena de suministro a medida que los compradores ajusten sus estrategias de abastecimiento", advierte la consultora.
En el sector del acero, Brasil (17% de las importaciones) y México (10%) serán los más afectados, después de Canadá. Le siguen Corea del Sur, Alemania y Japón.
Estados Unidos importa aproximadamente la mitad del acero y el aluminio que se utilizan en el país para industrias como la automotriz, aeronáutica, petroquímica y productos básicos de consumo como las conservas.
Desde el comienzo de su segundo mandato, Trump ha utilizado los aranceles como herramienta de negociación con sus socios comerciales, como un incentivo para que las empresas se instalen en el país y como fuente de ingresos para las finanzas federales.
El presidente estadounidense ya gravó las importaciones de acero y aluminio durante su primer mandato. Pero a diferencia de entonces, ahora se abarca una gama más amplia de productos metálicos y se aplican universalmente, sin las excepciones que beneficiaron a Canadá, México o Australia, y sin un sistema de cuotas, dispensadas entonces a Brasil y Argentina, por ejemplo. Y además es acumulativo, es decir, que se sumará a los recargos existentes.
China, Canadá y México han sufrido este frenesí arancelario, con un 20% adicional de tarifas aduaneras para el primero y hasta un 25% para los otros dos.
Trump acusa a los tres de no hacer lo suficiente para impedir la entrada ilegal de fentanilo y, en el caso de sus vecinos, les pide que se esfuercen más en la lucha contra la migración ilegal.
Tras semanas de negociaciones acordó suspender la aplicación para México y Canadá del 25% a los productos contemplados en el T-MEC hasta el 2 de abril.
La incertidumbre que siembran los aranceles y amenazas de Trump
Trump declaró el martes a los directores ejecutivos en la Mesa Redonda Empresarial que los aranceles estaban impulsando a las empresas a invertir en fábricas estadounidenses. Es poco probable que la caída del 8% del índice bursátil S&P 500 durante el último mes, debido al temor a un deterioro del crecimiento, lo disuada, ya que Trump argumentó que unos aranceles más altos serían más efectivos para reactivar las fábricas.
"Cuanto más suban, más probable es que construyan", declaró Trump al grupo. "La mayor ventaja es que se instalen en nuestro país y generen empleos. Esa es una ventaja mayor que los propios aranceles, pero estos van a desviar mucho dinero de este país".
La Casa Blanca ha señalado que Volvo, Volkswagen y Honda están considerando ampliar su presencia en Estados Unidos. Sin embargo, la perspectiva de precios más altos, menores ventas y menores ganancias podría llevar a muchas empresas a abstenerse de invertir en nuevas instalaciones.
La realidad es que los anuncios y amenazas arancelarias han causado nerviosismo en los mercados bursátiles y la economía en general.
En los últimos días, Wall Street ha borrado casi todas las ganancias conseguidas desde la elección de Donald Trump en noviembre, en un contexto de temor a una recesión en Estados Unidos.
También existe el riesgo de inflación, señala Clarke Packard, investigador del Cato Institute. Packard no descarta que "los aranceles se reflejen rápidamente en los precios" y teme que esta sucesión de anuncios cree "una enorme incertidumbre" sobre la trayectoria de la economía estadounidense.
Con información de AFP y AP.