Wall Street cae de nuevo por aranceles de Trump ante los riesgos económicos y la incertidumbre que generan
La Bolsa de Valores de Nueva York sufrió una caída estrepitosa en sus índices bursátiles este martes a medida que se intensifica la guerra comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales México, Canadá y China, lo que ocasionó que se perdieran todas las ganancias que había obtenido el S&P 500 desde que Donald Trump ganó las elecciones.
La caída de las acciones surge luego de que el gobierno impusiera aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México a partir de este martes y duplicara los aranceles a las importaciones de China. Los tres países anunciaron medidas de represalia, desatando preocupaciones sobre una desaceleración de la economía mundial.
La especulación provocó que el S&P 500 cayera un 1.2%, con más del 80% de los valores del índice de referencia cerrando a la baja. El índice Dow Jones cayó un 1.6%, nientras que el índice compuesto Nasdaq cedió un 0.4%.
Las acciones financieras estuvieron entre las que más sufrieron pérdidas en el índice S&P 500. JPMorgan Chase cayó un 4% y Bank of America perdió un 6.3%.
La reciente caída de las acciones estadounidenses ha borrado todas las ganancias de los mercados desde la elección del presidente Trump en noviembre. Ese repunte se había construido en gran medida sobre las esperanzas de políticas que fortalecerían la economía y las empresas estadounidenses.
Pero ahora, las preocupaciones de que los aranceles eleven los precios al consumidor y reaviven la inflación están pesando tanto en la economía como en Wall Street. Expertos coinciden que aunque los aranceles son una medida que usó Trump durante su primer mandato sin grandes daños colaterales, el republicano podría enfrentarse a un panorama completamente distinto esta vez.
Trump está operando en un entorno económico mucho más complicado al de su primer mandato
Cuando Trump inició la mayor guerra comercial desde la década de 1930 en su primer mandato presidencial, su combinación de amenazas y aranceles a los socios comerciales de Estados Unidos creó caos, generó drama y atrajo críticas de economistas partidarios del libre comercio, pero no causó mucho daño a la economía de Estados Unidos: eso sí, tampoco mucho beneficio.
En ese entonces la inflación se mantuvo bajo control, la economía siguió creciendo como lo había hecho antes y los enormes déficits comerciales, el principal objetivo de la ira de Trump, demostraron ser resistentes a su retórica y a sus aranceles.
Pero ahora, la guerra comercial que Trump ha introducido en su segundo mandato probablemente será muy diferente. Trump parece tener ambiciones más grandes y está operando en un entorno económico mucho más complicado.
Sus aranceles amenazarían el crecimiento y aumentarían los precios, socavando su promesa de campaña de eliminar en un solo día la inflación que tanto afectó el mandato del expresidente Joe Biden.
¿A quiénes afectarán los aranceles impuestos por Trump?
Los aranceles serían pagados por los importadores estadounidenses, quienes luego intentarían trasladar los costos más altos a los consumidores a través de precios más altos.
El propio Trump ha advertido sobre posibles repercusiones. “¿Habrá algún dolor? Sí, quizás (¡y quizás no!)”, escribió en una publicación en redes sociales el mes pasado. “Pero haremos que Estados Unidos sea grande otra vez, y todo valdrá el precio que debe pagarse”.
Trump ve los aranceles como un elixir económico que puede restaurar fábricas en el corazón de la nación, recaudar dinero para el gobierno y presionar a los países extranjeros para que hagan lo que él quiere.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles a la mayoría de los productos chinos y a es solares importados, lavadoras, acero y aluminio. Los aumentos de impuestos podrían haber elevado los precios de esos artículos, pero tuvieron poco o ningún impacto en la inflación general, que se mantuvo moderada. Tampoco hicieron mucho para restaurar empleos fabriles.
Los economistas coinciden en que una segunda guerra comercial de Trump podría ser mucho más costosa que la primera.
“Eso fue entonces. Esto es ahora”, señaló a AP el analista comercial William Reinsch del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales.
Las diferencias entre el primer mandato de Trump y su segunda en materia de aranceles
Durante el primer mandato de Trump, su equipo comercial se centró cuidadosamente en su lista de aranceles para evitar o al menos retrasar el impacto en los consumidores. Apuntaron a productos industriales y no a aquellos “que aparecerían en las estanterías de Walmart”, indicó Reinsch, un exfuncionario comercial de Estados Unidos. “Eso mitigó el impacto.”
Esta vez, en contraste, los aranceles son generalizados. Aunque los aranceles que Trump de este martes contienen la salvedad de la energía canadiense, tasada al 10%, mostrando que el presidente era consciente de cuánto dependen de ella los estadounidenses en los estados del norte y medio oeste del petróleo y la electricidad del otro lado de la frontera.
En Boca Ratón, Florida, la empresa de juguetes Basic Fun se está preparando para aumentar los precios y absorber un golpe cuando lleguen los aranceles.
El 90% de los juguetes de Basic Fun provienen de China, incluidos Tonka y Care Bears. Su director general, Jay Foreman, dice a AP que el precio del Tonka Classic Steel Mighty Dump Truck probablemente aumentará de 29.99 a 39.99 dólares.
Hace cinco años, la istración Trump eximió a los juguetes de sus aranceles a China. “Ahora simplemente vamos a calcular que habrá una hemorragia de dinero”, indicó Foreman.
Los efectos de los aranceles se sienten desde el día uno
Los aranceles están provocando advertencias de los minoristas, incluidos Target y Best Buy, en el momento de presentar sus últimos resultados financieros. Target cayó un 3% a pesar de superar las previsiones de ganancias de Wall Street, diciendo que habrá una "presión significativa" en sus ganancias para comenzar el año debido a los aranceles y otros costos.
Best Buy se desplomó este martes un 13.3%, la mayor caída entre las acciones del S&P 500 después de dar a los inversores un pronóstico de ganancias más débil de lo esperado y advertir sobre los impactos arancelarios.
"El comercio internacional es críticamente importante para nuestro negocio y nuestra industria", dijo a AP la CEO de Best Buy, Corie Barry.
Barry dijo que China y México son las dos principales fuentes de los productos que Best Buy vende, y señaló que los vendedores sufrirán los costes arancelarios, lo que provocaría que finalmente se realicen aumentos de precios que afectarán a los consumidores estadounidenses.
Los impuestos de Trump podrían generar una guerra arancelaria
También es preocupante, dicen los economistas, una cláusula de represalias que el equipo de Trump insertó en las órdenes de aranceles que firmó el mes pasado.
El mes pasado el republicano procedió con impuestos de importación del 10% sobre productos chinos y Beijing respondió de inmediato golpeando el carbón estadounidense, grandes automóviles y otros artículos. Este martes, las tarifas a China escalaron diez puntos más y Beijing respondió con aranceles de hasta un 15% para algunos productos agrícolas.
Por su parte el primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo este lunes que su país dijo Los detalles los dará a conocer la presidenta Claudia Sheinbaum en cinco días, lo que indica que todavía confiaba en poder evitar una guerra comercial.
Si Trump continúa con la medida se arriesga “desencadenar una guerra comercial en espiral” de aranceles y contraaranceles, dijo a AP Eswar Prasad, profesor de política comercial en la Universidad de Cornell.
Los economistas reunidos el lunes en una conferencia de la Asociación Nacional de Economía Empresarial fueron generalmente cautelosos respecto a los impuestos a la importación y su impacto en la economía.
Michael Strain, un economista del conservador American Enterprise Institute, estimó que los aranceles propuestos podrían reducir el crecimiento económico en hasta medio punto porcentual.
Una gran diferencia con el primer mandato de Trump es que ahora no recibirá resistencia de sus propios asesores. “Esto es religión verdadera dentro de la Casa Blanca en este momento, a diferencia del primer mandato, cuando muchos de los asesores del presidente eran profundamente escépticos de esta política”, afirmó Strain.
Diane Swonk, economista jefe de la gigante firma contable KPMG, explicó que el impacto de los aranceles esta vez probablemente sería mucho mayor que en 2018-2019. Entre otras cosas, el presidente planea imponer lo que él llama “aranceles recíprocos” y aumentar los impuestos de importación de Estados Unidos para igualar los aranceles más altos cobrados por otros países.
“El alcance y la amplitud son diferentes”, apuntó Swonk. “Los objetivos son diferentes. No se trata solo de un país, estamos hablando de múltiples países al mismo tiempo. Y el resto del mundo está listo para responder”.
Los objetivos que busca alcanzar Trump con los aranceles
Uno de los objetivos que Trump menciona ahora es utilizar los aranceles para aumentar los ingresos del gobierno, señaló Swonk.
Trump y algunos de sus funcionarios han hablado sobre sustituir los ingresos de los aranceles por impuestos sobre la renta. Si es así, eso significaría mantener los aranceles incluso si países como Canadá y México aceptan las demandas de Trump sobre otros temas, como las restricciones a la inmigración.
Quizás la mayor diferencia es el contexto económico con el que Trump debe lidiar esta vez.
Hace seis años, la inflación era baja, quizás incluso demasiado baja, como temía la Reserva Federal. Los aranceles del primer mandato de Trump no hicieron mella.
La inflación ahora es un problema. Los precios se dispararon en el inesperado auge que siguió al final de los confinamientos por covid-19. La inflación ha disminuido desde el máximo de cuatro décadas que alcanzó a mediados de 2022, pero aún se mantiene por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal y no ha mostrado mucha mejoría desde el verano.
Los aranceles de Trump podrían reavivar la tendencia inflacionaria y convencer a la Reserva Federal de cancelar o posponer las dos reducciones de tasas de interés que había anticipado para este año.
Eso arriesgaría mantener “las tasas de interés en su nivel elevado actual por un período más prolongado en 2025. Eso aumentará las tasas de interés de hipotecas y préstamos... y reducirá el crecimiento real”, señaló el economista de Boston College Brian Bethune a AP.
Fuera de un supermercado Harris Teeter cerca del centro de Raleigh, Carolina del Norte, Jacobs Ogadi tenía en su bolsa de compras un aguacate, que casi con certeza provenía de México.
El mecánico de 62 años expresó que “no hay que ser genio” para saber que los aranceles de Trump van en contra de sus promesas de frenar la inflación. “Si sube un 25%, no es el gobierno, no son los mexicanos quienes lo pagan”, dijo. “¿Quién lo paga? Nosotros”.
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